En 2023, la población había crecido en casi 340.000 personas debido a una inmigración neta significativamente superior.
Con base en el nuevo censo de 2022, la cifra de población a 15 de mayo de ese año se ajustó en unos 1,3 millones de personas, y pasó así de 84,0 millones -resultado basado en el anterior censo de 2011- a 82,7 millones de habitantes.
Se estima que la inmigración neta -la diferencia entre la tasa bruta de inmigración y la tasa bruta de emigración- fue en 2024 de entre 400.000 y 440.000 personas, lo que supone un descenso de al menos un 34 % respecto a las 662.964 personas en 2023, y se sitúa al nivel de los años 2016 a 2019, con una media de 410.000.
Según datos preliminares, esta evolución se debe a una menor inmigración neta, principalmente procedente de Siria, Afganistán, Turquía y de los estados de la Unión Europea.
Al igual que en todos los años anteriores desde la reunificación de Alemania, el saldo de nacimientos y defunciones en 2024 volvió a ser negativo, es decir, murieron más personas de las que nacieron.
Tanto el número de nacimientos como el de defunciones descendió en 2024 en torno a un 2,5 % respecto al año anterior.
Sobre la base de los datos ya disponibles de las oficinas de registro, se estima que en 2024 hubo entre 670.000 y 690.000 nacimientos, frente a 692.989 en 2023.
En tanto, el número de defunciones fue de alrededor de 1,0 millones, frente a 1,03 millones en 2023.
Así funciona el déficit de natalidad en Alemania
Esto se traduce en un déficit de natalidad -la diferencia entre nacimientos y defunciones- de entre 310.000 y 330.000, lo que significa que superó las 300.000 personas por tercer año consecutivo y después de alcanzar un nuevo máximo de 335.217 en 2023.
Entre 1991 y 2021, Alemania había tenido un déficit medio anual de natalidad de 137.380 personas.
Los datos definitivos se publicarán en julio de 2025.