El enfrentamiento se registró en una finca en la jurisdicción de Ponta Grossa, municipio del estado de Paraná, en donde la banda fue localizada por la Policía tras investigaciones que comenzaron en diciembre pasado.
Los agentes responsables por la operación fueron recibidos a balazos por los ocupantes del inmueble rural, lo que dio inició a un tiroteo de ocho minutos en el que murieron los seis hombres que estaban en la residencia, según un comunicado de la Policía Civil de Paraná, estado fronterizo con Argentina y Paraguay.
De acuerdo con la nota, la operación conjunta de agentes de la Policía Civil y de la Policía Militarizada permitió desarticular una banda especializada “en crímenes violentos contra el patrimonio, como asaltos a bancos y carros de transportes de valores”.
La investigación estableció que la banda se estaba preparando para asaltar una pequeña ciudad, cuyo nombre no fue divulgado, con la intención de robar sus bancos, un tipo de crimen que se ha vuelto recurrente en municipios del sur de Brasil.
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El arsenal de los delincuentes
En la finca en que los asaltantes se atrincheraron, la Policía se incautó de siete fusiles de calibres 5.56 y 7.62, una ametralladora, una pistola, explosivos, diversas municiones y cargadores para fusil, chalecos antibalas, placas falsas de automotores y un vehículo blindado y con su matrícula adulterada.
“El enfrentamiento contra criminales fuertemente armados muestra que nuestros agentes están bien preparados para situaciones extremas. Con habilidad técnica y entrenamiento consiguieron neutralizar una banda peligrosa y evitar un crimen de grandes proporciones”, afirmó el secretario de Seguridad Pública de Paraná, Hudson Leôncio Teixeira, citado en el comunicado.