"Es una crisis que afecta a todos los aspectos de nuestra sociedad, desde la seguridad de nuestras calles hasta la estabilidad de nuestras familias, e incluso la confianza de nuestra economía", declaró Davis en el 'Foro de Prevención de la Violencia 2025' en Nasáu, la capital bahameña.
Davis hizo hincapié en que esta realidad "no es exclusiva de Bahamas, sino que la comparten los vecinos caribeños".
"Nuestra región, lamentablemente, soporta una de las tasas de homicidio más altas del mundo, con índices que cuadruplican la media mundial", subrayó.
El mandatario lamentó que en su país están "familiarizados con el costo de la violencia" ya que "cada año, cientos de niños sufren malos tratos".
Davis afirmó que 583 niños fueron víctimas de violencia y denunció que la cifra va en aumento.
El primer ministro bahameño alertó además que "la violencia de género sigue siendo una lacra en nuestra nación, ya que una de cada cuatro mujeres bahameñas sufre violencia física o sexual a lo largo de su vida".
También dijo que una de las causas que potencian la violencia en su país es que casi el 60 % de los hogares bahameños carecen de padre y deja a muchos niños "sin la orientación y el apoyo que necesitan".
"Como líderes, tenemos la responsabilidad de afrontar estas realidades con claridad y convicción. La violencia no es inevitable. No está arraigada en nuestra cultura ni en nuestra identidad, pero requerirá un cambio fundamental en nuestra forma de abordar el problema", enfatizó el mandatario.
A su juicio, considerar la violencia como un problema de salud pública podría permitir a las autoridades dar prioridad a la prevención, abordar las causas profundas y elaborar políticas basadas en datos y pruebas.
"La colaboración regional en cuestiones como el tráfico de armas de fuego, la participación de los jóvenes y la rehabilitación es esencial si queremos lograr avances significativos. La tarea que tenemos por delante no es fácil, pero es necesaria", añadió Davis.
En este contexto, Bahamas creó la Comisión de Protección contra la Violencia para coordinar organismos, asignar fondos y proporcionar apoyo técnico para garantizar una respuesta nacional unificada a la violencia.
"Esta comisión conectará a los proveedores de atención sanitaria, las fuerzas del orden y las organizaciones comunitarias para prestar una asistencia oportuna y eficaz. Así es como convertiremos los esfuerzos fragmentados en una estrategia cohesionada, creando una red de seguridad por la que no se cuele ninguna víctima", concluyó Davis.