"En la víspera de una nueva administración estadounidense, me encuentro ahora en Taiwán para decirles a mis compatriotas que, por la seguridad y el futuro de la libertad y la prosperidad de América y de todos nuestros aliados en el Pacífico, América está con Taiwán", manifestó Pence en declaraciones difundidas por la televisión local TaiwanPlus.
Según dos fuentes cercanas al exvicepresidente y citadas por el medio The Hill, Pence aterrizó el jueves en Taiwán procedente de Hong Kong, en donde participó en un foro con líderes empresariales.
Durante su estancia en la isla, Pence planea reunirse con el presidente taiwanés, el soberanista William Lai, y la vicepresidenta isleña, Hsiao Bi-khim, y también tiene previsto mantener encuentros con "altos líderes tecnológicos" y participar en una cena de recepción en Taipéi, señalaron las mismas fuentes.
La Cancillería taiwanesa confirmó a la agencia estatal de noticias CNA la llegada de Pence a la isla, asegurando que se trataba de una "visita de naturaleza privada" durante su gira más amplia por la región.
"El Ministerio de Asuntos Exteriores siempre da la bienvenida a amigos de diversos ámbitos que visiten Taiwán y expresó su agradecimiento por el apoyo de Pence al pueblo taiwanés", expresó la cartera.
Esta visita tiene lugar en un contexto de crecientes tensiones entre China y Taiwán, una isla gobernada de forma autónoma desde 1949 y considerada por las autoridades de Pekín como una "provincia rebelde".
Las fricciones entre ambas partes se han recrudecido tras la llegada al poder de William Lai en mayo del año pasado: el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de Taiwán detectó un total de 3.067 incursiones de aeronaves de guerra chinas en los alrededores de su territorio en 2024, un 80 % más de lo reportado el año anterior.
En este contexto, las autoridades insulares observan con especial atención la política hacia China que adoptará la nueva administración estadounidense, ya que Washington es el principal suministrador de armas a Taipéi y podría defender la isla en caso de conflicto con Pekín.
Si bien reforzó la asistencia militar a Taipéi en su primer mandato, Trump vertió múltiples críticas contra Taiwán durante su última campaña electoral, asegurando que la isla "robó" la industria de semiconductores de EE.UU. y debería pagar a Washington por su defensa, declaraciones que el Gobierno isleño ha tratado de relativizar.