El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, apuntó en un comunicado que Al Burhan ha perjudicado el avance de la paz, "incluso negándose a participar en las conversaciones internacionales de alto el fuego en Suiza en agosto de 2024", y ha dificultado de forma reiterada "la transición política hacia un gobierno civil".
El jefe de la diplomacia de Washington recordó que en diciembre de 2023 determinó que los integrantes de las SAF habían cometido crímenes de guerra.
Desde entonces y bajo el liderazgo de Al Burhan, según su nota, esas fuerzas "han seguido cometiendo atrocidades, incluidos ataques contra civiles e infraestructura civil y ejecuciones de civiles".
Blinken apuntó que las SAF han violado el derecho internacional humanitario e ignorado los compromisos asumidos en la "Declaración de Compromiso de Yeda para Proteger a los Civiles de Sudán" de 2023.
En su opinión, el uso por parte de las SAF de la privación de alimentos como táctica de guerra y su obstrucción deliberada del libre flujo de ayuda humanitaria de emergencia han contribuido "a la mayor crisis humanitaria del mundo", dejando a más de 25 millones de sudaneses enfrentándose a una grave inseguridad alimentaria y a más de 600.000 en situación de hambruna.
Estados Unidos sancionó además a una empresa y a una persona implicada en el suministro de armas.
Esta decisión llega después de que el pasado 7 de enero fuera sancionado al general al frente de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), Mohamed Hamdan Daglo.
"En conjunto, estas sanciones subrayan la opinión de Estados Unidos de que ninguno de los dos está capacitado para gobernar un Sudán futuro y pacífico. Estados Unidos sigue comprometido a responsabilizar a los culpables de las atrocidades cometidas en Sudán y a apoyar una transición civil y democrática", concluyó Blinken.