La iniciativa, denominada "Café+, Cero Deforestación", es promovida por el Icafe y la Fundación Crusa y tiene como objetivo mejorar la competitividad del café, asegurar el cumplimiento de los requisitos de la Unión Europea y fortalecer la sostenibilidad y resiliencia del sector cafetalero.
Además, el proyecto busca posicionar al café de Costa Rica como un producto libre de devastación en los mercados internacionales y proteger a más de 40.000 árboles.
El proyecto se articula en tres componentes principales, el primero es garantizar que el sector cafetalero cumpla con las regulaciones del Pacto Verde Europeo relacionadas con esta forma de producción sostenible.
El segundo es proporcionar acceso a tecnología avanzada y asistencia técnica a los productores, facilitando la adopción de prácticas agrícolas sostenibles en las fincas del país.
Mientras que el tercero es implementar un mecanismo de pago por resultados para la adopción de prácticas regenerativas en la producción de café, alineadas con los estándares internacionales.
"Este proyecto representa el compromiso con el futuro sostenible de nuestro café. Café+ brindará apoyo técnico a nuestros productores, mejorando las buenas prácticas agrícolas y fortaleciendo la infraestructura tecnológica del sector. Esto nos permitirá seguir cumpliendo con normativas internacionales que cada día son más rigurosas", afirmó el director ejecutivo de Icafe, Gustavo Jiménez.
La directora ejecutiva de Fundación Crusa, Flora Montealegre, comentó que Café+ ofrece la oportunidad a los productores de brindar un café de alta calidad de manera sostenible y cumpliendo los estándares internacionales.
"Esta iniciativa incluye elementos fundamentales como la educación tecnológica, el cierre de brechas de equidad y género y el pago de incentivos económicos a quienes protegen el bosque", explicó.
Según las autoridades, el sector cafetalero de Costa Rica, que representa a más de 27,000 familias productoras, 304 beneficios y 105 empresas exportadoras, enfrenta desafíos críticos como los efectos del cambio climático, la baja productividad, la urgente necesidad de integración generacional y la mayor participación de las mujeres en las distintas etapas de la cadena productiva.
La producción de café tiene más de 200 años de tradición en Costa Rica y es uno de los principales productos agrícolas de este país.