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Las pistolas de hidrogel que se han popularizado recientemente en Paraguay comenzaron a ingresar a Argentina de forma clandestina, por medio del “contrabando hormiga” a través de la frontera paraguaya, y organizaciones del país vecino lanzaron la voz de alerta.
Según reporta el diario Clarín, en los últimos meses esos juguetes, que disparan pequeñas bolas plásticas llenas de agua, han sido muy solicitados en la provincia argentina de Misiones, limítrofe con Paraguay, especialmente en torno a las fiestas de fin de año, ya que fueron un popular regalo de Navidad.
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“El furor fue en diciembre pasado. Apenas nos enteramos de la comercialización de estos juguetes, nos contactamos con los jueces de la ciudad (de Puerto Iguazú, en la frontera con Paraguay y Brasil) para saber cómo proceder, pero nos dijeron que no encuadraba en ningún delito”, dijo un jefe de la Policía de Misiones, citado por Clarín.
“Hoy vas a las plazas y ves a muchos chicos que están con esas pistolas de hidrogel, jugando, obviamente con la autorización de sus padres, que son los que les compran estos juguetes”, añadió.
Peligro de daños en los ojos
La Cámara Argentina de la Industria del Juguete se pronunció advirtiendo sobre los riesgos del uso de las armas de hidrogel, señalando que “pueden causar daños oftalmológicos, llegando a perforar el ojo, causar el desprendimiento de la retina ocular e incluso perder la totalidad de la vista”.
Además, afirman que pueden “provocar asfixia si llega a entrar un disparo en la boca y generar otras lesiones como hematomas e inflamaciones en la piel de los más pequeños”.
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La Cámara señaló además que esos juguetes no han atravesado un proceso de certificación ni en Argentina ni a nivel del Mercosur.
En Paraguay se han reportado casos de menores de edad con lesiones por disparos con pistolas de hidrogel y varios municipios, entre ellos Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero, prohibieron el uso de esos artefactos en espacios públicos.