“Estamos interesados en una investigación completamente objetiva e imparcial para determinar las causas de este desastre”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Tras señalar que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha hablado por teléfono dos veces con su homólogo azerbaiyano, Ilham Aliyev, indicó que “se presta toda la cooperación y ayuda necesaria en la investigación de las causas del accidente”.
"El presidente Putin ofreció sus disculpas", añadió Peskov.
El avión de AZAL efectuaba un vuelo regular entre Bakú y la ciudad rusa de Grozni cuando, según las autoridades azerbaiyanas, fue alcanzado por fuego antiaéreo, que repelía un ataque de drones ucranianos.
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Por ese motivo, el aparato no pudo aterrizar en la capital chechena y fue desviado a Aktau, ciudad bañada por el mar Caspio.
El pasado lunes Aliyev acusó a las autoridades rusas de ocultar información sobre el siniestro del avión de AZAL y llamó a castigar a los responsables de su derribo.
"El ocultamiento de información por parte de las entidades estatales rusas y sus versiones absurdas nos causa asombro, pesar y una ira bastante fundamentada. Murió gente inocente", afirmó el mandatario en una reunión con familiares de la tripulación del avión.
Admitió que todavía quedan asuntos por esclarecer y cuestionó por qué el avión, tras ser dañado por el fuego antiaéreo ruso, fue enviado al aeropuerto de Aktau, junto al cual se estrelló.
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"Todavía no tenemos información al respecto. Si esto sucedió en base a la decisión de los controladores aéreos locales o los pilotos comprendieron que las interferencias radioelectrónicas activadas en el espacio aéreo no le permitirían aterrizar en territorio ruso, y tomaron esta decisión", sostuvo.
Agregó que todo esto se esclarecerá tras el análisis de las cajas negras y recalcó que Bakú exigirá “justicia y castigo para los culpables que ocasionaron la muerte de ciudadanos azerbaiyanos en este accidente”.
Según Bakú, el avión de AZAL, un Embraer 190 de fabricación brasileña, sufrió "impactos físicos y técnicos externos y perdió completamente el control" mientras se encontraba en el espacio aéreo ruso.
El pasado lunes Brasil anunció que había concluido la extracción de los datos de las cajas negras del avión AZAL y que entregó los mismos a las autoridades kazajas para que continúen con las investigaciones.
“Todos los datos se entregaron a la Autoridad de Investigación de Kazajistán, organismo encargado de analizar e investigar el accidente en cuestión, de acuerdo con los protocolos internacionales de investigación de accidentes aéreos”, señaló la Fuerza Aérea Brasileña en una nota de prensa.