En una rueda de prensa, recogida por la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, el portavoz de las fuerzas de seguridad palestinas, Anuar Rayab, confirmó que al menos seis agentes han muerto en los enfrentamientos con las milicias, que comenzaron a mediados de diciembre.
También han muerto tres milicianos palestinos, entre ellos Yasid Yaisa, que era líder de la Brigada de Yenín, un grupo local.
El responsable acusó a los milicianos, a los que calificó de "bandidos", de utilizar a niños y mujeres para transportar munición y explosivos o espiar a las fuerzas de seguridad.
También acusó a "agentes regionales" de tratar de escalar el conflicto, y señaló en particular a la cadena catarí Al Jazeera, suspendida en Cisjordania tanto por Israel como por la ANP, que la acusa de publicar mentiras sobre el asedio a Yenín.
El medio ha informado de torturas y abusos por parte de las fuerzas de seguridad palestinas a los residentes del campamento, además de la muerte de varios civiles, entre ellos una joven periodista de 21 años cuya familia asegura que murió por un disparo de un francotirador de la ANP.
Rayab se refirió al caso durante su rueda de prensa y dijo que el fiscal general de la ANP ha abierto una investigación sobre lo sucedido, y que las fuerzas palestinas no son responsables.
El asedio al campamento llega en plenas negociaciones entre Fatah, el partido que controla la ANP, y Hamás para establecer un comité que administre la Franja de Gaza tras la guerra.
Durante años, las autoridades palestinas han recibido críticas por no poner coto a la proliferación de milicias, sobre todo en el norte de Cisjordania, donde los enfrentamientos entre los milicianos y las fuerzas israelíes son cada vez más frecuentes y letales.