“Estoy siendo informado de manera frecuente sobre los incendios en el oeste de Los Ángeles. Mi equipo y yo estamos en contacto con funcionarios estatales y locales y hemos ofrecido la asistencia federal que se necesite para contener a los terribles fuegos en Pacific Palisades”, indicó Joe Biden en un comunicado.
Además, la agencia federal de emergencias FEMA aprobó una primera ayuda de asistencia para incendios que ayudará al estado de California a hacer frente a los costos más inmediatos en la lucha contra el fuego, según explicó la Casa Blanca.
Esta noche, Biden tuvo una llamada con el administrador de FEMA asignado en la zona afectada, Bob Fenton, para conocer detalles de los incendios que se han extendido con extrema velocidad, debido a vientos especialmente fuertes en la zona, y afectan una región boscosa protegida, pero rodeada de viviendas, en su mayoría de familias adineradas.
En pocas horas el incendio ha pasado de afectar 200 acres esta mañana a casi 3.000 por la tarde y a obligar a la evacuación de decenas de miles de personas, habilitar refugios y llevar a los bomberos a luchar contra las llamas dentro de zonas habitadas.
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Expertos consultados por el diario Los Ángeles Times consideran que lo peor de este devastador incendio está aún por venir, mientras que los medios estatales han informado del despliegue de aviones de extinción de incendios.
Biden tenía ya previsto en su agenda un viaje a Santa Mónica, cerca de la zona de los incendios, por lo que, si no cambia sus planes, podrá ser testigo mañana de los estragos del incendio, que afecta a una zona del condado de Los Ángeles, donde viven casi 10 millones de personas.