Durante su visita a Jordania, el ministro de Exteriores sirio, Asaad al Shaibani, dijo que las nuevas autoridades que tomaron el poder tras el derrocamiento del presidente Bachar al Asad el pasado 8 de diciembre están "esperando" a la creación de este comité "que acoja la representación global de Siria de todos los componentes y provincias".
"Será un primer cimiento para establecer la identidad política de Siria del futuro", indicó el nuevo jefe de la diplomacia de Siria, que aseguró que el nuevo Gobierno ve la diversidad del país "como una fuente de fuerza para construir un Estado unido", y no "como un problema".
La nueva administración siria, dominada por el islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) -heredero de la exfilial de Al Qaeda en el país árabe- anunciaron su intención de celebrar un diálogo nacional poco después del derrocamiento de Al Asad, y en un principio iba a tener lugar a principios de este mes de enero.
Sin embargo, en vistas de la gran cantidad de grupos, etnias y confesiones en Siria (un país que incluye a árabes, asirios, kurdos, drusos, cristianos y musulmanes chiíes y suníes, entre otros), las autoridades han apostado por crear un comité que incluya tanto a hombres como mujeres de "todos los segmentos de la sociedad".
Medios afiliados a las nuevas autoridades sirias informaron que, en un principio, en el diálogo nacional se anunciará la disolución del Parlamento y se formará un comité de expertos para redactar una nueva Constitución, mientras que también se disolverá HTS y "todas las demás facciones".
El HTS, cuyo líder es el nuevo hombre fuerte del país, Ahmed al Sharaa, antes conocido como Abu Mohamed al Jolani, capitaneó la coalición islamista insurgente que derrocó al régimen de Bachar al Asad.
Al Sharaa destacó recientemente en una entrevista a la televisión saudí Al Arabiya la dificultad de establecer un calendario para acciones y elecciones debido a que "más de 15 millones de personas están en el extranjero" a raíz de la guerra civil que estalló en 2011.
Dada esta situación, el nuevo hombre fuerte de Siria consideró que todo el proceso para preparar y escribir una nueva Constitución puede llevar entre dos o tres años, y organizar elecciones puede demorarse hasta cuatro.