La Fuerza Aérea Brasileña señaló en una nota que "obtuvo y validó" los datos contenidos en las dos cajas negras del Embraer 190 con matrícula 4K-AZ65 que se estrelló cerca del aeropuerto de la ciudad kazaja de Aktau el pasado 25 de diciembre.
"Todos los datos se entregaron a la Autoridad de Investigación de Kazajistán, organismo encargado de analizar e investigar el accidente en cuestión, de acuerdo con los protocolos internacionales de investigación de accidentes aéreos", añadió.
La Fuerza Aérea del país sudamericano aseguró que el trabajo conjunto realizado "refleja el compromiso del Gobierno brasileño con la promoción de la seguridad en la aviación".
Las autoridades brasileñas han tardado una semana desde que sus pares de Kazajistán enviaron las cajas negras del avión siniestrado de fabricación brasileña, que cubría la ruta Bakú-Grozni y fue finalmente desviado a Aktau, donde se estrelló.
Según Bakú, la aeronave fue objeto de "impactos físicos y técnicos externos" mientras se encontraba en el espacio aéreo ruso.
Por su parte, Rusia afirmó que el avión de pasajeros intentó repetidamente aterrizar en el aeropuerto de Grozni, la capital de la república rusa de Chechenia, su punto de destino, en momentos en que las defensas antiaéreas repelían un ataque de drones de Ucrania, en el marco de la guerra que libran ambos países desde febrero de 2022.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíyev, ha exigido a Rusia que reconozca su culpa por el siniestro, castigue a los responsables y compense los daños al Estado y a las víctimas.
Brasil remarcó en el comunicado que el análisis de los datos extraídos de las cajas negras y la divulgación de estos son "responsabilidad exclusiva" de la Autoridad de Investigación de Kazajistán, según "el Anexo 13 de la Convención sobre Aviación Civil Internacional".