"Mañana (viernes) se espera la llegada de representantes de las autoridades aeronáuticas de Brasil y de la compañía Embraer (fabricante del avión siniestrado)", señaló la oficina de prensa del Ejecutivo, que añadió que en la investigación del accidente, al que sobrevivieron 29 personas, participan también expertos kazajos y azerbaiyanos.
El presidente del Senado de Kazajistán, Maulen Ashibayev, llamó hoy a no sacar conclusiones apresuradas sobre las causas del accidente al comentar las publicaciones en redes sociales, según las cuales en las fotografías de los restos del fuselaje del avión se observan impactos de metralla.
"Son conjeturas, declaraciones infundadas", declaró el legislador a un grupo de periodistas.
Hasta ahora se barajan como posibles causas del desastre aéreo versiones del choque de la aeronave con una bandada de pájaros y la explosión de un balón de oxígeno a bordo del avión.
El avión siniestrado, un Embraer 190 de fabricación brasileña, se estrelló junto al aeropuerto kazajo de Aktau, adonde había sido desviado tras serle denegado el permiso para aterrizar, primero, en el aeropuerto de la ciudad rusa de Grozni, su punto de destino, y luego en el de la también ciudad rusa de Majachkalá.
AZAL anunció el miércoles la suspensión de todos sus vuelos a Grozni y Majachkalá hasta que se esclarezcan la causas del siniestro.
Según el Ministerio de Sanidad de Kazajistán, dos de los supervivientes se encuentran en estado de extrema gravedad y hay once graves.