"En esta situación concreta de nuestra industria del automóvil no tienen sentido sanciones financieras que perjudicarían la liquidez y la estabilidad financiera de los fabricantes de autos. Tenemos que evitar las penalizaciones financieras", dijo Scholz en una rueda de prensa al término de una cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE en Bruselas.
La legislación vigente prevé que en 2025 los fabricantes de autos hayan reducido las emisiones de su flota de vehículos en un 15 % con respecto a los niveles de 2021, de modo que si el límite ahora está en los 115 gramos de CO2 por kilómetro, a partir del año que viene debe situarse en los 93,6 gramos, algo que los fabricantes dan por imposible puesto que en 2024 ese hito se situó en los 106 gramos.
Scholz defendió que la industria de la automoción es "central" para Europa y para Alemania y consideró que "todo el mundo está buscando soluciones para evitar que tras el final de 2025 tengan que pagarse sanciones si no se cumplen ciertos estándares" y que la legislación europea debería "mostrar algo de flexibilidad".
"Está justificado abstenerse de pagos punitivos y buscar otros modos. No es fácil, pero he tenido muchas discusiones y confió en que habrá una solución", dijo el canciller alemán.
Alemania se suma así a otros países de la UE que ya han pedido a Bruselas buscar alternativa a esas sanciones, entre ellos Francia, así como Italia, la República Checa, Polonia, Austria, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia, que hace unas semanas criticaron en un consejo de ministros de Industria comunitarios que estas multas limitarían severamente la capacidad del sector para invertir.
Scholz celebró, en este sentido, que la Comisión Europa vaya a poner en marcha a partir de enero un diálogo estratégico con la industria del automóvil para buscar soluciones a la situación que atraviesa el sector y explicó que los resultados de la misma se debatirán en marzo en un consejo de líderes de la UE.
A juicio del canciller alemán, entre los asuntos a debatir tiene que estar un "entendimiento con China sobre la política de aranceles a los vehículos eléctricos", la situación de la industria en Europa y la reconsideración de las sanciones previstas a partir de 2025, y el impulso a la demanda de vehículos eléctricos fabricados en Europa.
"Sería mejor si encontrásemos una solución europea para dar incentivos a la compra de vehículos eléctricos", dijo Scholz, quien sugirió "medidas fiscales", como "subsidios" o" primas".
"A veces puede dar la impresión de que (...) son países individuales los afectados, pero casi no hay ningún país que no forme parte de las redes económicas ligadas a la producción de autos en Europa, por eso tenemos que asegurar que somos internacionalmente competitivos con nuestros productos", insistió.