El papa, con voz cansada, acudió a la parte trasera del avión donde viajan los 66 periodistas que le acompañaron este viaje de 9 horas a Ajaccio, para recibir una torta de cumpleaños por sus 88 años.
La torta se la entregó la periodista mexicana y presidenta de la Asociación Internacional de Periodistas Acreditados en el Vaticano (Aigav), Valentina Alazraki, a nombre de todos los reporteros.
Francisco sólo agradeció su labor a los periodistas y destacó de su breve viaje a Córcega que había visto muchos niños, pues "un lugar donde nacen muchos niños".
Cómo el vuelo de regreso era muy corto, unos 40 minutos, el más corto internacional que ha realizado, no se celebró por la primera vez en su pontificado la rueda de prensa y se despidió con un "hasta el próximo viaje".