MSF anunció este viernes que su barco humanitario, el Geo Barents, con capacidad para 600 personas, ponía fin a sus operaciones por las "leyes absurdas y sin sentido" del Ejecutivo de la ultraderechista Giorgia Meloni, que tiene como caballo de batalla frenar la inmigración irregular.
Gil, que espera que MSF regrese al Mediterráneo la próxima primavera, explicó que "el proyecto de cambiar el buque comenzó cuando el Gobierno italiano, en enero del año pasado, impuso el 'decreto Piantedosi'".
El jefe de misión de MSF aludía a la norma impulsada por el ministro de Interior italiano, Matteo Piantedosi, que complica sobremanera las labores de rescate de las ONG en el Mediterráneo, enviando sus naves a puertos lejanos y permitiendo el bloqueo administrativo de sus barcos.
Para uno tan grande como el Geo Barents, ir a puerto con pocos rescatados "no tenía mucho sentido y por eso nos mandaban al norte" a desembarcarlos, con recorridos de más de 1.000 kilómetros. "Una nave más pequeña servirá para minimizar el tiempo de ir y volver a la zona de rescate", pues los barcos menores no pueden ir tan lejos "debido a su autonomía de combustible"
"Tiene mucho más sentido hoy en día con estas reglas ilegítimas que el Gobierno italiano ha impuesto", afirma.
Pero la decisión de dejar momentáneamente las operaciones en el Mediterráno no es un triunfo del Gobierno de Meloni: "No creo que se pueda hablar, cuando hay vidas de por medio, de triunfos y fracasos, seguramente podemos hablar de una gran vergüenza por dejar morir a las personas debido a la discrecionalidad del marco normativo".
Las leyes, añade a EFE, "deberían salvaguardar la vida de las personas, respetar sus derechos y permitirles encontrar seguridad en un lugar donde su vida no esté en peligro, donde tengan libertad oportunidades. Entonces creo que hablar de triunfo sería de una crueldad y un cinismo extremos".
"Lo que está claro que el Gobierno italiano con sus políticas viene fracasando sin duda, como con el acuerdo con Albania" para repatriar desde ese país a los migrantes rescatados por Italia, y "entonces necesita un enemigo a quien apuntar y seguir haciendo campaña política, ganando legitimación con unos pocos votos, pero obviamente a un coste muy alto que es perder vidas".
El Geo Barents, activo desde junio de 2021, ha rescatado a 12.675 personas en190 operaciones, recuperado los cuerpos de 24 personas, organizado la evacuación médica de 18 personas y asistido el nacimiento de un niño. En los últimos dos años, ha sido objeto de cuatro sanciones por parte de las autoridades italianas, con un total de 160 días de detención administrativa
MSF "volverá al mar lo antes posible para salvar vidas en el Mediterráneo central, donde más de 31.000 personas han muerto o desaparecido desde 2014 y confirma su compromiso de asistir a las personas en movimiento en una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo", explicó la ONG en un comunicado.
"También volveremos para ser testigos y denunciar las violaciones cometidas contra las personas migrantes por parte de Italia, los Estados miembros de la UE y otros actores", aseguró Gil.
En los dos años transcurridos desde la entrada en vigor del decreto Piantedosi, MSF ha recurrido a todas las vías legales y ha apelado contra las sanciones punitivas y la asignación de puertos distantes, obteniendo con éxito dos suspensiones de 60 días de las órdenes de detención, explicó la ONG.