Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás, hace más de 14 meses, 44.875 personas han muerto y 106.454 han resultado heridas en el enclave, según las últimas cifras de las autoridades sanitarias, que estiman además que los cuerpos de 11.000 desaparecidos siguen enterrados bajo los escombros.
Los datos, con todo, son incompletos, debido a los retrasos en la comunicación de las cifras y las dificultades para verificar el destino de las personas desaparecidas.
Según fuentes sanitarias gazatíes, al menos 76 personas murieron a lo largo del jueves en toda la Franja, incluidos 33 en un bombardeo israelí contra el campamento de refugiados de Nuseirat. El ataque dejó al menos 80 heridos.
Según el Ejército israelí, el bombardeo estuvo dirigido contra un miembro de alto rango de la Yihad Islámica, y la presencia de armas en la estructura atacada provocó explosiones secundarias que dañaron un edificio cercano.
Según fuentes locales, en el bombardeo se vieron afectados un edificio de correos y varios edificios cercanos. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños.
Mientras, el norte de la Franja continúa asediado y el director del hospital Kamal Adwan de Beit Lahia, uno de los pocos que continúan en funcionamiento en la zona, volvió a solicitar protección internacional para el centro y su personal.
"La noche de ayer fue una de las más difíciles que hemos vivido. Una vez más, los drones atacaron la zona cercana al hospital Kamal Adwan, lo que provocó un pánico considerable entre los pacientes y la destrucción de puertas y ventanas", denunció Husam Abu Safia.
El responsable detalló que hay 72 pacientes heridos en el centro, y que el hospital espera que en las próximas horas legue un camión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con suministros.
Beit Lahia, donde se encuentra el Kamal Adwan, es una de las localidades más devastadas por la nueva ofensiva israelí en el norte de Gaza, que comenzó a principios de octubre y ya se ha cobrado la vida de más de 3.000 personas, según las autoridades del enclave, controlado por el grupo islamista Hamás.
El asedio ha dejado a miles de gazatíes atrapados y sin apenas acceso a la ayuda humanitaria de la que dependen para sobrevivir, en un territorio devastado tras más de un año de guerra.
Los servicios de emergencias de la Defensa Civil gazatí, que tuvieron que suspender sus operaciones en el norte del enclave por los constantes bombardeos de Israel, anunciaron esta mañana que uno de sus equipos empezó a operar ayer en Yabalia (entre Ciudad de Gaza y Beit Lahia), tras conseguir equipar un camión de bomberos con material de rescate.
"La Defensa Civil dio este paso a pesar de los grandes riesgos que amenazan la vida de sus equipos", dijo el organismo en un comunicado.
El equipo está formado por trabajadores desplazados del norte de la Franja.