La jefa de la Policía, Jessica Tisch, dijo hoy en una rueda de prensa no relacionada con el caso que se ha establecido el primer vínculo forense entre el asesinato del ejecutivo Brian Thompson hace una semana y el sospechoso detenido este lunes en Pensilvania, Luigi Mangione.
"Primero, obtuvimos el arma en cuestión desde Pensilvania. Ahora está en el laboratorio criminalístico de la NYPD (Policía). Hemos podido vincular esa arma a los tres casquillos que encontramos en Midtown (Manhattan) en la escena del homicidio", declaró Tisch.
También confirmó que las huellas dactilares de Mangione coinciden con las huellas halladas en una botella de agua y el envoltorio de una barrita energética hallados cerca de la escena del crimen.
Un abogado de Mangione, Thomas Dickey, insistía hasta hace unas horas en que no había pruebas que vincularan a su cliente con el asesinato.
Mangione, de 26 años, ha sido acusado en Nueva York de un delito de asesinato y otros de posesión de armas y falsificación de edad, y permanece detenido sin posibilidad de fianza en Pensilvania, donde se le acusa solo de delitos de armas y falsificación.
El acusado se mostró ayer beligerante cuando era trasladado al juzgado de Pensilvania donde se le denegó la fianza y gritó que su caso era un "insulto a la inteligencia del pueblo estadounidense"; está pendiente de trámite su traslado a Nueva York, jurisdicción clave del caso.
Este miércoles han trascendido algunos pasajes de un documento escrito que llevaba consigo cuando fue detenido, en el que las autoridades habían adelantado que declaraba su "animadversión por la América empresarial".
Según The New York Times, que tuvo acceso al documento, Mangione indicaba que quería cometer un asesinato "preciso, que no ponga en riesgo a inocentes" y calificaba la reunión de inversores de UnitedHealthcare, a donde se dirigía la víctima, como "una convención anual de tacaños parásitos".