"Hoy ha empezado un nuevo día para el pueblo sirio, que ahora podrá determinar el futuro de su país. Turquía está dispuesta a asumir las responsabilidades que hagan falta para curar las heridas y garantizar la seguridad, la integridad y la unidad", escribió el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, en la red X.
"En los próximos días intensificaremos nuestro trabajo con los países de la región y actores internacionales en este tema. De esta manera, millones de sirios obligados a abandonar sus hogares podrán volver a su tierra", continuó el ministro.
"Se deben desarrollar rápidamente las condiciones para que los ciudadanos sirios de todas las identidades étnicas y religiosas puedan vivir juntos", escribió en la misma red el vicepresidente turco, Cevdet Yilmaz.
Citó en este mensaje unas declaraciones del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que en un discurso del sábado había expresado su deseo de ver una Siria en que ciudadanos "de diversas identidades vivan juntos en paz, sin discriminación, sin vulnerar los derechos de nadie".
La frase pronunciada ayer por el presidente -que el domingo todavía no ha hecho apariciones públicas- y citada ahora por Yilmaz enumera a "árabes, turcomanos, kurdos, alevíes, suníes, nusairíes (alawíes) y cristianos".
En una rueda de prensa celebrada esta mañana en Doha, Fidan también hablaba de una transición inclusiva, pero descartando negociaciones con las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), la coalición que domina grandes regiones del noreste de Siria, dominada por las milicias kurdosirias Unidades de Protección Popular (YPG).
Ankara considera a las YPG una rama del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, considerada terrorista por Ankara, la Unión Europea y Estados Unidos, y Fidan insistió en que sus dirigentes "no son sirios" sino "combatientes terroristas internacionales de Turquía, Irak e Irán".
Pero había dejado la puerta abierta a negociaciones "si ellos cambian", así como a un trabajo conjunto con "partidos kurdos muy legítimos en Siria", que no especificó.
"Creo que nuestros hermanos kurdos sirios, salvados de la tutela y las presiones de las organizaciones terroristas, alcanzarán una convivencia pacífica en el conjunto de Siria", señaló Yilmaz.
Al mismo tiempo, las milicias proturcas en el norte de Siria lanzaron una ofensiva contra la ciudad de Manbech, el principal bastión de las FSD al oeste del Éufrates, y según fuentes militares turcas citadas por la agencia Anadolu ya dominan la mayor parte de la ciudad.
Ankara ha exigido reiteradamente a Estados Unidos, que respaldaba al YPG en su lucha contra el Estado Islámico (Daesh), que expulsara a las milicias kurdas de Manbech, pero sin obtener respuesta, y la entrada de las milicias a la ciudad ha sido descrita como "liberación" en la prensa turca.
Miles de refugiados sirios celebraron este domingo en Estambul la caída del régimen de Al Asad.