El caso "aislado" fue identificado durante un chequeo rutinario y no supone riesgo para la salud humana, según confirmó el organismo alimentario público Food Standards Scotland en un comunicado, que señaló que las estrictas medidas de control siguen vigentes.
Existen dos tipos de EEB: por un lado está la variante clásica, que puede transmitirse a humanos a través del consumo de carne infectada, y la atípica, como este caso, que ocurre espontáneamente y no supone un riesgo para la salud pública
"Existen estrictos controles para proteger a los consumidores, y estas medidas continúan garantizando su seguridad", dijo Ian McWatt, director ejecutivo adjunto de Food Standards Scotland.
La Oficial Veterinaria Jefe, Sheila Voas, aseguró que las autoridades trabajan junto a la granja afectada y la Agencia de Sanidad Animal y Vegetal (APHA) para investigar el origen del caso.
"Quiero asegurar tanto a los agricultores como al público que el riesgo asociado con este caso aislado es mínimo. Sin embargo, si algún ganadero está preocupado, les insto a que busque consejo veterinario", agregó.
Los animales asociados al caso, incluidas las crías, han sido puestos en cuarentena y serán sacrificados de acuerdo con los protocolos legales para minimizar riesgos.
Además, materiales de riesgo como el cerebro, la columna vertebral y el cráneo son eliminados de los cadáveres destinados al consumo humano para garantizar la seguridad alimentaria.
Desde la crisis de los años 80, que afectó a 180.000 cabezas de ganado en el Reino Unido, se han implementado sistemas de vigilancia estrictos. En la última década, solo se han registrado unos pocos casos aislados, incluido uno en Ayrshire, también en el suroeste de Escocia, en mayo de este año.