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El diputado Éric Coquerel, hablando en nombre de la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP), expresó que los votos no solo representan una censura al gobierno de Barnier, sino también un cuestionamiento al mandato presidencial de Macron. Menos de 100 días después de asumir el cargo, el gobierno conservador de Michel Barnier, de 73 años, fue derribado con la colaboración de los votos de la extrema derecha y la izquierda, superando los 288 sufragios necesarios.
Aunque esta moción de censura no destituye directamente al presidente Macron, cuyo mandato es hasta 2027, debilita su posición, especialmente después de haber elegido a Barnier como primer ministro en busca de “estabilidad”.
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Marine Le Pen, líder de la Agrupación Nacional (RN), aunque no solicitó explícitamente la dimisión de Macron, sugirió que debería reflexionar sobre su capacidad para seguir en el cargo.
Durante una visita en Arabia Saudita, Macron desestimó la posibilidad de dimitir antes de 2027, calificando tal idea de “política ficción”, ya que no puede optar por otro mandato. Mientras tanto, Le Pen se encuentra bien posicionada en las encuestas para las elecciones presidenciales, aunque enfrenta un posible obstáculo judicial que podría inhabilitarla durante cinco años.
Cambio forzado por desacuerdos sobre el presupuesto
Inicialmente reacia a apoyar una moción de censura, Le Pen comenzó a advertir sobre esta medida si Barnier no cumplía con sus demandas respecto al presupuesto para 2025. Eventualmente, el primer ministro rechazó la última demanda de la extrema derecha, que pedía no retrasar la revalorización de las pensiones de enero a julio.
El presupuesto propuesto por Barnier buscaba reducir el gasto público y aumentar temporalmente los impuestos a las grandes empresas para disminuir el déficit proyectado del 6,1% del PIB en 2024 y la deuda pública del 112% del PIB a mediados de año. Barnier apeló a la “responsabilidad” de los diputados en su intento de mantener su administración, en medio de la preocupación sobre la deuda francesa cuya prima de riesgo está en niveles similares a la de Grecia.
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Tensión social y movilizaciones
El ambiente social en Francia es tenso con una huelga de funcionarios públicos programada para el jueves. Además, los agricultores mantienen su movilización, protestando contra un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, lo que refleja un clima de inestabilidad que persiste en el país.