"Estamos indignados y queremos más información sobre este incidente", apuntó en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel.
El funcionario estadounidense dijo que no tiene más información sobre lo sucedido pero que "los trabajadores humanitarios deben ser protegidos para que puedan entregar ayuda de manera segura, ya sea en Gaza o en cualquier parte del mundo".
Por tanto, añadió, el Ejército israelí "debe proporcionar información adicional sobre este incidente".
"No voy a sacar ninguna conclusión al respecto hasta que hayamos visto más información y podamos reunir los hechos. Pero, en términos generales, instamos a Israel a que investigue de manera exhaustiva y transparente acciones como estas y tome las medidas adecuadas en su sistema, incluida la garantía de rendición de cuentas por cualquier violación dentro de su sistema", afirmó.
La mayoría de los fallecidos pertenecían a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), que ha denunciado la muerte de al menos 249 de sus empleados en el enclave desde el comienzo de la guerra.
Israel, que acusa a la UNRWA de ser una tapadera de Hamás, el grupo islamista que gobierna la Franja de Gaza, suele defender sus ataques contra escuelas o almacenes de la agencia argumentando que son utilizadas por milicianos palestinos para esconderse.
Al menos cinco palestinos, incluidos tres trabajadores de WCK (y uno de Save the Children), murieron el pasado sábado tras ser atacado su vehículo por un dron israelí en la ciudad de Jan Yunis, ocho meses después del ataque israelí que mató a siete de los empleados de la ong del cocinero español José Andrés.