Los acusados son el contralmirante reservista, Ofer Doron, de 63 años; su hijo Gal Doron, de 27, y otros dos conocidos activistas antigubernamentales Itay Yaff y Amir Sadeh, ambos de 62 años.
Los cuatro están acusados en el Tribunal de Distrito de Haifa de actos de terrorismo, por el uso imprudente del fuego e intento de incendio provocado tras el lanzamiento de tres bengalas cerca de la casa de los Netanyahu.
Doron y su hijo también están acusados de obstrucción de la justicia al negarse a ser arrestados y la fiscalía pide que permanezcan detenidos hasta que finalicen los procedimientos en su contra.
Nadie resultó herido, ni se produjeron daños en la casa, y ni el primer ministro ni su esposa Sara Netanyahu estaban en casa en ese momento.
La esposa de Netanyahu pidió la semana pasada ser reconocida como víctima de terrorismo por ese suceso, que se produjo en paralelo a una protesta antigubernamental mientras tanto ella como su marido se encontraban en la residencia oficial del primer ministro en Jerusalén, a unos 100 kilómetros del lugar de los hechos.
Este no ha sido el único ataque contra la residencia privada del líder israelí, ya que el pasado 19 de octubre un dron disparado desde Líbano por Hizbulá impactó en una ventana. pero en el momento del ataque la casa, que los Netanyahu usan como vivienda vacacional, también estaba vacía.
Ambos ataques generaron condenas generalizadas entre los principales líderes políticos de la coalición de Netanyahu y también del presidente israelí, Isaac Herzog, que lo calificó como una “escalada peligrosa” que no debe derivar en más violencia en la esfera pública.