En este sentido, Egipto dijo que confía que este alto al fuego en el Líbano contribuya a la reducción de la escalada bélica en la región a través de la plena implementación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Además, insistió en que debería ser posible extender el control del Ejército libanés a todo su territorio, especialmente en el sur del Líbano, donde se han concentrado la mayor parte de las incursiones israelíes.
En este sentido, se reitera en el comunicado que es de "suma importancia" respetar la soberanía del Líbano, así como no interferir en sus asuntos internos para que pueda elegir a su presidente "sin intromisión extranjera".
Egipto, uno de los principales mediadores en las negociaciones de paz entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, volvió a insistir en la importancia de detener la escalada en la región, y señaló que no habrá "soluciones militares para las crisis".
"Las soluciones serán conseguidas solo a través de las negociaciones, el diálogo, la devolución de los derechos y el cumplimiento con las leyes y resoluciones internacionales", aseguraron mediante la nota.
Además, El Cairo incidió en que se debía entablar un proceso político serio dentro en un determinado calendario con el fin de alcanzar un alto al fuego inmediato en los territorios palestinos, y establecer un Estado palestino.
Egipto también apremió a ingresar ayuda humanitaria sin obstáculos a la franja de Gaza y detener las violaciones de los derechos humanos que no "injustificables" contra Cisjordania.
El alto el fuego en el Líbano comenzó a ser efectivo a partir de las cuatro de la madrugada (hora local de Beirut) de este miércoles, y tendrá una duración de 60 días, un acuerdo en el que Estados Unidos y Francia ejercerán de garantes.
Desde el inicio de las hostilidades entre Israel y Hizbulá el 8 de octubre de 2023 más de 3.800 personas han muerto y 15.800 han resultado heridas en el Líbano y más de 1,2 millones de personas se han desplazado, la mitad de ellas hacia Siria según el Gobierno libanés.