Entre los muertos había ocho niños y diecinueve mujeres, señaló el más alto responsable de derechos humanos de la ONU, mientras en el Líbano la población tiene la esperanza de que el Gobierno de Israel y el grupo islamista Hizbulá acuerden hoy un alto el fuego.
Según las informaciones verificadas por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, siete paramédicos murieron en los últimos días en tres ataques israelíes en el sur del Líbano.
Esas víctimas se suman a los 226 trabajadores sanitarios muertos entre el 7 de octubre de 2023 -día del ataque de Hamás contra Israel que inició la guerra en Gaza- y el pasado 18 de noviembre, una cifra que incluye a los trabajadores de los servicios médicos muertos en ataques en el territorio palestino.
Lea más: Así es el acuerdo de alto el fuego con Hizbulá en Líbano que Israel se dispone a aprobar
Türk enfatizó que las acciones militares israelíes en Líbano están provocado la pérdida de vidas civiles a gran escala, "incluido el asesinato de familias enteras, desplazamientos generalizados y la destrucción de infraestructuras civiles".
Sostuvo que todos estos hechos “plantean serias dudas sobre el respeto de los principios de proporcionalidad, distinción (entre objetivos militares y emplazamientos civiles) y necesidad (desde el punto de vista de los objetivos militares)”.
El jefe de derechos humanos también denunció que Hizbulá ha seguido lanzando cohetes contra el norte de Israel causando víctimas civiles.
“La mayoría de esos cohetes son indiscriminados por naturaleza, lo que prolonga el desplazamiento de muchos civiles israelíes, algo inaceptable”, señaló, tras enfatizar que la única manera de poner fin al sufrimiento de la población es acordando un alto el fuego permanente e inmediato en todos los frentes, es decir los del Líbano, Israel y Gaza.