En un comunicado difundido por el ministerio, Baerbock destacó que la crisis climática es "el mayor desafío de política de seguridad" de nuestros tiempos y que no se detiene ante ninguna frontera.
"Afecta a la frutera de Valencia, cuya tienda ha quedado hundida en el fango de la riada, y al agricultor de Somalia, cuya cosecha se ve amenazada por la sequía y que se pregunta dónde ir con su familia y con su hambre", señaló.
Por ello es necesario hacer todo lo posible por alcanzar el objetivo marcado en el Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 grados, subrayó la política ecologista.
En este contexto, las negociaciones en Bakú han sido "de todo menos sencillas" afirmó Baerbock, y, aunque en las conversaciones técnicas ha habido "progresos en algunos puntos", en los próximos días todavía "queda mucho por hacer".
En concreto, explicó, en muchas rondas de negociación se ha logrado sentar unos primeros fundamentos para una nueva base para la financiación de la protección del clima.
"Alemania y Europa son socios fiables en la financiación de la transición climática global. Al mismo tiempo los nuevos grandes emisores deben asumir su responsabilidad: tanto en la reducción de emisiones de efecto invernadero como en la financiación del clima", dijo.
"De la misma forma, necesitaremos a los grandes bancos de desarrollo, que hoy día ya desempeñan un importante papel en la lucha contra la crisis climática. Y también la economía privada debe asumir su parte", agregó.
Baerbock resaltó que la transformación verde es ya imparable y que todos los años se invierten a nivel global unos 2.000 millones de dólares (unos 1.890 millones de euros) en energías renovables, el doble que en energías fósiles.
Así, argumentó, aunque la victoria del republicano Donald Trump en Estados Unidos implique la aplicación de su máxima 'America First' o "EE.UU. Primero" a la política climática de Washington, la respuesta de la Unión Europea (UE) debe ser 'Europe United', es decir, "Europa Unida".
"Se corresponde absolutamente con nuestros intereses económicos convertir a Europa en el primer continente neutral desde un punto de vista climático", aseveró la ministra.