Las protestas, que habían comenzado de forma esporádica en distintos lugares del país durante la semana pasada, ganarán fuerza en la tarde de hoy, con varios bloqueos en carreteras que dan acceso a París, antes de ganar amplitud mañana por todo el territorio.
En otros puntos de Francia se han anunciado las llamadas 'operaciones caracol', en las que los tractores obligan al tráfico a circular muy lentamente, o la retirada de los paneles de carreteras que informan de la entrada en municipios.
"Desde esta tarde y al menos durante 48 horas habrá acciones en casi 80 departamentos" de los 96 que hay en la Francia metropolitana, dijo Arnaud Rousseau, presidente del principal sindicato agrícola, FNSEA, en una entrevista en el canal BFM.
El martes, entre otras acciones, hay prevista un concentración en el peaje de autopista de Le Boulou, muy cerca del paso fronterizo con España entre Le Perthus (sureste de Francia) y La Jonquera.
Aunque los agricultores franceses están descontentos con lo que consideran una insuficiente aplicación de los compromisos del Gobierno tras sus protestas de comienzos de año, la oposición al acuerdo de la Unión Europea con Mercosur capitaliza esta nueva oleada.
Rousseau aseguró que los agricultores de toda la UE tienen una "posición común" en la denuncia de ese acuerdo, "incluso en países que lo apoyan, como Alemania o España".
Añadió que están en contacto permanente con los sindicatos agrícolas europeos a través de la coordinadora Copa-Cogeca y avanzó que es "muy probable" que los agricultores de otros países de la UE "se pongan en acción" contra el acuerdo comercial con Mercosur.
El acuerdo de libre comercio con Mercosur fue finalizado en 2019 tras dos décadas de negociación pero aún no ha sido firmado, aunque en los últimos meses ha habido un nuevo empuje para intentar relanzarlo.
El dirigente agrario francés denunció que ese impulso para tratar de relanzar el acuerdo se ha producido una vez que pasaron las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio. Antes de esa fecha "nadie hablaba de Mercosur", incidió.
En Francia y en otros países de la UE se acusa a ese acuerdo de "competencia desleal" en el sector agrícola, ya que permitiría la entrada en la UE de productos con condiciones fitosanitarias prohibidas en suelo europeo, por ejemplo el uso de hormonas en la cría de ganado.
En este sentido, Rousseau denunció que la eventual puesta en marcha de ese acuerdo llevaría a la UE carne de vacuno y aves con "hormonas y antibióticos aceleradores del crecimiento".
"Pedimos un marco común, normas y métodos de producción recíprocos, así como más claridad para el consumidor. Es una lucha vital para nosotros. Bruselas debe darse cuenta", recalca.
Aunque el Gobierno francés, encabezado por el presidente Emmanuel Macron, ya ha asegurado que se opondrá por todos los medios a ese acuerdo y que buscará otros aliados en la UE, los agricultores insisten para que su protesta llegue a quienes toman las decisiones en Bruselas.
"Si finalmente perdemos esta batalla sería algo catastrófico", advirtió Rousseau.
Las protestas se aceleran en Francia mientras Macron está precisamente de gira por tres países de Sudamérica, dos de ellos miembros del Mercosur: Argentina y Brasil, mientras que la tercera etapa será en Chile.
En el plano doméstico, FNSEA considera que el Gobierno solo ha cumplido el 36 % de los compromisos con el sector que sirvieron para poner fin a las protestas de comienzos de año.
En cambio el Ejecutivo asegura que la cifra alcanza el 67 % y que la no puesta en marcha de las demás medidas se debe a las elecciones anticipadas de junio y julio, que frenaron el trabajo legislativo.
"Algunas de las promesas que se nos hicieron aún no se han concretado", insistió Rousseau.