Con el tendido lleno hasta la bandera y una ligera lluvia salieron al albero de la plaza San Isidro Labrador Castella y Roca Rey, quienes lidiaron astados de las dehesas de Triana y Huagrahuasi.
Partió plaza y feria el francés Castella, quien recibió el primer toro de la tarde con verónicas y al quite por chicuelinas, para proseguir con la muleta con estatuarios, naturales y con los vientos al compás de su toreo clásico y redondo de mucho poder y transmisión a los tendidos, aunque le faltó efectividad con la espada y se vio obligado a usar el descabello. Silencio.
En el tercero de la tarde, Castella abrió con un saludo capotero a la verónica y al quite por chicuelinas de maestro, para tomar la flámula e iniciar con un cambiado por la espalda en el centro del albero, jaleadas por la afición que recordó su época de novillero.
Luego dejó ver una tanda de naturales como homenaje a la tauromaquia clásica, para seguir con el mentón en el centro del pecho y los vuelos de la muleta en el hocico de un animal que humilló la embestida.
Tandas con ambas manos conservando los medios ante un ejemplar bravo que fue reconocido por el público y, ya con la espada, algunos naturales en el terreno del toro para dejar una estocada un tanto tendida pero completa que surtió efecto rápido. Dos orejas y vuelta al ruedo al toro en el arrastre.
Roca Rey recibió a su primero del lote con lances de temple, un sobrio quite por chicuelinas al paso, para luego tomar la muleta e ir con su estilo tremendista hasta los medios, donde lució con naturales, tandas por derecha muy jaleadas.
Al peruano se le vio un vendaje en la mano izquierda y también se le notó una molestia en la pierna convaleciente del matador.
Al final fueron dos viajes, un pinchazo y una estocada certera. Se escucharon palmas para el diestro.
En el último de la tarde, Roca Rey repitió con verónicas movidas y chicuelinas al paso, y la faena la arrancó en tablas. Fue a los medios, pero no logró asentarse en la arena.
El toro perdió casta rápidamente y empezó a quedarse a la mitad de cada lance, mientras el limeño, pegado a la querencia, se adornó con circulares invertidos y remates de pecho. Con la espada falló en el primer viaje, y en el segundo recibió al toro con una estocada desprendida y efectiva. Una Oreja.
Así Roca Rey volvió a tomar contacto con la lidia antes de presentarse este domingo en su natal Lima, como parte de la feria de Acho, donde culminará esta temporada, marcada por su grave cornada que le hizo volar por los aires y de la que ha podido recuperarse rápidamente.
La Feria San Isidro Labrador continúa este sábado con una corrida que incluye un atractivo duelo de banderillas, pues actuarán los españoles Manuel Escribano, David Fandila 'El Fandi' y el triunfador de Madrid, Borja Jiménez, ante toros con la divisa de Huagrahuasi.