El centro de operaciones de Emergencia Sanitaria del Ministerio de Salud Pública libanés informó en su cuenta oficial de X de la muerte de un paramédico perteneciente a la Islamic Risala Scout Association, vinculada al grupo chií Amal, en Burj Rahhal, al noreste de la ciudad de Tiro, en el sur del Líbano, “tras ser blanco directo del enemigo israelí durante su labor de rescate para sacar a un herido”.
Por otro lado, una acción israelí contra un equipo de ambulancias de la Autoridad Sanitaria Islámica, vinculada al grupo chií libanés Hizbulá, "durante una operación de rescate" en Kafr Tibnit, en la región de Nabatiye, "también causó la muerte de un paramédico, heridas a otros cuatro y dos paramédicos siguen desaparecidos".
En el comunicado, el ministerio reiteró su condena a "estos bárbaros ataques contra paramédicos durante su labor de rescate humanitario, lo que demuestra un nivel de violencia sin precedentes".
Añadió que la "insistencia del enemigo israelí en atacar repetidamente al personal sanitario es un reflejo de violaciones peligrosas y odiosas, y el deber mínimo de la comunidad internacional es ponerles fin".
Desde que comenzó el fuego cruzado entre Israel y Hizbulá hace más de un año, al menos 208 miembros del sector sanitario han muerto por los ataques israelíes, según el ministerio.
En total, de acuerdo a cifras actualizadas este viernes por el ministerio, 3.445 personas han muerto, entre ellas 223 niños y 666 mujeres, y la gran mayoría de estas víctimas se han dado desde el pasado 23 de septiembre, cuando comenzó una campaña incesante de bombardeos israelíes, a la que le siguió una invasión terrestre en el sur del Líbano.