En un comunicado, la asociación critica que los organizadores de la manifestación, que contará entre otros con los opositores rusos Yulia Naválnaya, Vladímir Kara-Murzá e Iliá Yashin, centran sus reclamaciones en presentar al presidente ruso, Vladímir Putin, como único responsable de la guerra de agresión rusa contra Ucrania.
Vitsche señala que esta actitud ignora los problemas profundamente arraigados en la sociedad rusa y pierde el sentido de un enfoque democrático y de oposición y agrega que la verdadera responsabilidad implica examinar no solo a una persona, sino las estructuras sociales y las actitudes colectivas que hicieron posible esta guerra.
"Desde 2014, la sociedad ucraniana espera protestas contra la guerra y activistas de la oposición que tomen la iniciativa en la lucha contra Putin. Pero ahora, en 2024, esto ya no es suficiente, porque no impide que los soldados rusos sigan matando ucranianos ni que la población civil rusa siga apoyando a la industria de defensa", dijo Irina Domnenko.
Según esta investigadora y activista de la sociedad civil, "esto demuestra que estos políticos en el exilio no tienen ningún contacto con la sociedad rusa y no tienen ninguna influencia para cambiar la postura de la población en Rusia".
"Su grupo objetivo está fuera de Rusia, lo que no influye en la retirada de las tropas rusas ni en la justicia para las víctimas ucranianas", agregó.
Según Franziska Davies, historiadora de Europa del Este, "la solidaridad de Yashin, Kara-Murzá y Naválnaya se dirige principalmente a una Rusia que se imagina inocente y no a la Ucrania atacada".
"Esto también se desprende del hecho de que, aunque exigen la retirada de las tropas rusas (...), no llaman a más entregas de armas a Ucrania ni a donaciones al ejército ucraniano. Sin embargo, solo un refuerzo del ejército ucraniano puede conducir a una paz duradera y justa en Ucrania", afirmó.
Para Nikolái Klimeniouk, experto en política de Europa del Este, la manifestación carece de reivindicaciones claras, soluciones constructivas y una auténtica solidaridad con Ucrania.
"La falta de voluntad para adoptar o incluso solo nombrar medidas concretas, como llamamientos a donaciones o movilizaciones contra la agresión rusa, demuestra que el objetivo de este acto no es el fin de la guerra. Por contra, se trata de una autopromoción políticamente irresponsable. Criticar la guerra no es lo mismo que contribuir activamente a la derrota de Rusia", subrayó.