El Ejército ruso está preparando asaltos en esa zona del frente concentrando tropas y munición que traslada desde otras posiciones y llevando a cabo intensas labores de reconocimiento, según dijo este viernes el portavoz del mando sur ucraniano, Vladislav Voloshin, en una entrevista con el Canal 5 ucraniano.
Voloshin agregó que estas operaciones tienen un alcance limitado y no son preparativos para una gran ofensiva.
Ataques rusos
Dos intentos rusos de atacar cerca de la localidad sureña de Oríjiv, en la región de Zaporiyia, fueron repelidos el jueves por las fuerzas de Kiev, igual que ocurrió con otros cuatro intentos rusos de hacerse con islas situadas en el río Dnipró a su paso por otra región meridional ucraniana, Jersón, según ha explicado el Estado Mayor de Kiev.
Las fuerzas rusas atacan las posiciones ucranianas cerca de Orijiv con artillería, misiles antitanque y varios tipos de drones, según ha escrito en sus redes sociales Stanislav Buniátov, un oficial del batallón ucraniano Aidar.
De acuerdo con el militar, pequeños grupos de entre cinco y ocho soldados tratan constantemente de romper las defensas ucranianas pero son neutralizados con morteros y drones kamikaze.
Rusia ha logrado mejores resultados recientemente en la zona limítrofe de Zaporiyia y Donetsk, donde las tropas del Kremlin lanzaron el jueves doce asaltos y capturaron el pueblo de Rivnopil, informó el viernes la plataforma ucraniana de análisis de la guerra DeepState.
Pese a ello, lo más probable es que estos avances tengan como objetivo conseguir más territorio en la región de Donetsk y no en la de Zaporiyia, según DeepState.
Sin amenaza inmediata para Zaporiyia
De acuerdo con analistas militares ucranianos, Rusia no tiene en estos momentos los recursos suficientes para atacar en todos los segmentos del frente al mismo tiempo.
Con Pokrovsk y Kurájove, en la región de Donetsk, en el centro de sus esfuerzos, las fuerzas del Kremlin carecen de capacidad para poner en peligro la ciudad de Zaporiyia, que está situada a unos cuarenta kilómetros del frente, según el analista militar Oleksandr Kovalenko.
Rusia ha intensificado recientemente sus ataques aéreos contra la ciudad y sus alrededores. Pero sus objetivos en la zona parecen limitarse a recapturar las posiciones que perdió durante la contraofensiva ucraniana de 2023, escribe Kovalenko para una publicación del grupo de análisis Resistencia a Través de la Información.
El Ejército ruso tiene en la región de Zaporiyia menos fuerzas de las que tenía cuando lanzó su ofensiva sobre la región de Járkov, en el noreste de Ucrania, la pasada primavera, cuando los rusos no pudieron avanzar más que ocho kilómetros. Kovalenko considera improbable que obtengan mejores resultados en Zaporiyia.
Riesgos para otra región
Un motivo de preocupación para los ucranianos es que las fuerzas rusas que combaten en el sureste se encuentran ya a solo siete kilómetros y medio de la región de Dnipropetrovsk, en Ucrania central, a la que seguirán acercándose si continúan avanzando desde Rivnopil.
Además, y según advierte el bloguero militar y oficial del Ejército ucraniano ‘Aleks’, Rusia avanzara tanto como sea posible hacia la ciudad de Zaporiyia si se le permite hacerlo.
De acuerdo con el bloguero, las tropas rusas tratan de mejorar sus posiciones tácticas para llegar a una potencial congelación del frente en una situación más favorable.
La reciente captura de la ciudad de Vuhledar, en la parte sur de la región de Donetsk, ha reforzado la logística rusa en el sur y la capacidad para mover a sus tropas y darles suministros, dijo el coronel ucraniano Vladislav Selézniov en una entrevista reciente con el medio Oboz.ua.
Soldados y analistas ucranianos afirman que las fortificaciones ucranianas en la región de Zaporiyia están bien preparadas para resistir los embates rusos.
Pese a ello, los expertos tienen dudas de que Ucrania pueda parar la ofensiva enemiga en el sur si Rusia concentra más esfuerzos en esa zona. Las tropas del Kremlin tienen superioridad aérea mientras Kiev tiene una capacidad limitada para contrarrestarla, debido a que todavía tiene prohibido atacar objetivos militares, como aeródromos enemigos, en la Federación Rusa con misiles occidentales.
“Ninguna fortificación que se construya en el frente puede sobrevivir al impacto de múltiples bombas aéreas”, dijo a EFE el analista militar del Centro Razumkov de Kiev, Oleksí Melnik.
Las bombas aéreas son explosivos de gran potencia dotados de sistemas propios de navegación que les permiten ser lanzados desde decenas de kilómetros de distancia y sin que los aviones entren en el radio de acción de la mayor parte de defensas aéreas enemigas.
Kiev pide a sus socios occidentales que le dejen atacar las bases aéreas rusas para neutralizar en origen este tipo de ataques que Rusia utiliza de forma masiva para allanar el camino de su infantería.