"Hay que reducir el precio de la energía, lo que significa que se debería revisar las sanciones", aseguró Orbán en sus declaraciones de los viernes a la radio pública Kossuth.
El primer ministro aludió así claramente a las sanciones que la UE impuso a Moscú por la invasión de Ucrania y a las que Hungría se opone, ya que el país compra de Rusia el 65 % por ciento del petróleo y el 85 % del gas que usa.
Más allá de los precios de energía, Orbán mencionó que la UE debería lograr la reducción de la burocracia comunitaria, ya que "las idiotas reglas matan la economía".
Orbán recordó que en los Veintisiete hace una semana aprobaron en la capital húngara la Declaración de Budapest sobre el nuevo pacto para la competitividad europea, que prevé estas medidas.
En este mismo sentido, el primer ministro -el líder comunitario más cercano a Moscú- reiteró que la UE no podrá financiar a Ucrania si EE.UU. deja de apoyar a Kiev, ya que eso "arruinaría" su economía.
Según Orbán, la administración demócrata estadounidense que gobierna hasta el 20 de enero "no debería aumentar el apoyo a la guerra", pero sí apoyar las intenciones del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, para lograr la paz.
Orbán también es un cercano aliado de Trump, al que apoyó ya en las elecciones de 2016.