La tala en este ecosistema tan amenazado afectó a 214 kilómetros cuadrados entre enero y junio, frente a los 478 kilómetros cuadrados de hace un año, informaron las ONG SOS Mata Atlântica y MapBiomas con base en imágenes satelitales.
Las organizaciones esperan que la tendencia hacia la disminución de la deforestación registrada en los primeros seis meses del año se mantenga en el segundo semestre.
"Es una caída bastante significativa, y la expectativa es cerrar el año con un resultado parecido o hasta mejor", afirmó a EFE Luís Fernando Guedes Pinto, director de SOS Mata Atlântica.
El informe atribuye la reducción al fortalecimiento de los trabajos de vigilancia y a la aplicación de sanciones por parte del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha hecho del combate a la deforestación una de sus prioridades, a diferencia de su antecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
La disminución de la tala en los bosques costeros está en línea con la registrada también en la Amazonía y en el Cerrado, donde esta cayó un 31 % y un 26 %, respectivamente, en el último año, según datos oficiales.
Pese a los avances, los bosques costeros, que en la actualidad ocupan apenas el 24 % del área original, se mantienen como uno de los ecosistemas más amenazados de Brasil, debido a la expansión urbana y a la presión del sector turístico.
Según Guedes Pinto, la ley específica que protege el ecosistema y que prohíbe la tala excepto en condiciones excepcionales de "interés social", no ha sido aplicada "rigurosamente" porque, de haber sido así, la deforestación estaría "muy próxima a cero" desde hace años.
"Hay una presión constante por parte del Congreso y de las asambleas regionales para disminuir la protección", alertó el activista.