El hombre, de 38 años, compareció hoy ante el Tribunal de Magistrados de la sureña ciudad de Adelaida (sureste) por sendos delitos de servidumbre por deudas agravado y servidumbre, que se castigan con penas de cárcel de hasta siete y veinte años, respectivamente, de acuerdo al comunicado de la Policía Federal Australiana.
El acusado, que no fue identificado, tenía vínculos con unos jóvenes venezolanos, cuyo número no fue precisado y que había ayudado en Venezuela para que migraran a Australia en 2015, así como otras persona de esta misma nacionalidad que llegó al año siguiente al país oceánico.
Según la Policía, tras la llegada de estos venezolanos a Australia, el acusado les quitó sus pasaportes y los sometió a un control estricto de sus movimientos, les restringió sus actividades diarias y les obligó a hacer diversas tareas.
El acusado también controló los ingresos de los venezolanos, que no han sido identificados, y les impuso el pago de deudas "de forma injustificada", al tiempo que los aisló de sus familias y amigos restringiéndoles las comunicaciones.
Las investigaciones policiales del caso, que comenzaron a principios de año, revelaron que este colombiano supuestamente encerró algunos miembros del grupo dentro de la casa o en los armarios por varios días.
La detective superintendente de la Policía Federal Australiana, Melinda Adam, dijo que "los delincuentes suelen beneficiarse o aprovecharse de las personas vulnerables que no pueden o no quieren denunciar las condiciones de explotación por miedo a las represalias, al aislamiento social y a la dependencia económica".
En este sentido, "las víctimas se ven considerablemente privadas de libertad personal en todos los aspectos de su vida, y a menudo se utilizan contra ellas amenazas, coacción o engaño", puntualizó Adam en el comunicado.