En comparación con el mismo período del año anterior, la cuarta economía mundial experimentó un crecimiento del 0,3 %, según el informe preliminar publicado este jueves por la Oficina del Gabinete del país asiático.
En los dos primeros trimestres de este 2024 el PIB japonés había contraído un 0,6 % e incrementado un 0,5 % intertrimestal, respectivamente, de acuerdo a los datos gubernamentales revisados.
El consumo, que representa prácticamente el 60 % de la economía japonesa, fue el principal motor del crecimiento en el PIB japonés este trimestre, ya que subió un 0,9 %, tras años de estancamiento por las restricciones impuestas durante la pandemia, además de la reticencia de los japoneses a gastar en el actual contexto de persistente inflación, que se mantiene en torno al 2 %, y un menor crecimiento salarial.
Mientras, la inversión inmobiliaria se contrajo en dicho trimestre en un 0,1 %, en contraste con el aumento del 1,4 % del trimestre anterior. También se contrajo en un 0,2 % la inversión corporativa, mientras que la inversión pública tuvo una reducción del 0,9 % entre julio y septiembre.
Las exportaciones, sin embargo, se incrementaron en dicho período un 0,4 % , otro de los componentes de más peso del PIB japonés, en comparación con el aumento del 2,6 % del trimestre previo.
Las importaciones aumentaron por su parte a un ritmo superior, del 2,1 % intertrimestral, en comparación con el incremento del 2,6 % dle trimestre anterior, ejerciendo presión sobre las finanzas niponas, que se han estado viendo lastradas por un yen débil que encarece sus compras, de las que es altamente dependiente.
A nivel interanual, la economía japonesa mantiene la senda del crecimiento gracias a la recuperación de las exportaciones (que subieron un 1,5 % interanual entre julio y septiembre) y el aumento del consumo de los hogares del 0,7.