En un discurso pronunciado esta semana durante una importante cumbre del sector, Yin llamó a los productores chinos de vehículos a seguir las reglas de cada país y a contribuir a sus sociedades.
En su opinión, ante el avance más rápido de los automóviles eléctricos e inteligentes en el país asiático, las marcas chinas deben ahora ayudar a las firmas locales del mismo modo que ellas se beneficiaron en el pasado de la llegada de los gigantes extranjeros a China.
El objetivo frente a los grandes nombres del sector automotor en otros países "debería ser la diferenciación, no la competencia directa", indicó el presidente de Chery, uno de los diez mayores fabricantes de turismos del país asiático.
Yin recordó que las marcas extranjeras no solo lograron éxito comercial en China sino que también contribuyeron al desarrollo de la industria local en materia de talento, cadenas de suministros y marcos reguladores, algo que también ayudó a las compañías chinas a mejorar su calidad, control de costes y mano de obra.
Por último, el directivo apuntó también que el negocio de los vehículos eléctricos no puede ir a pérdidas, calificando de "insostenible" el modelo de algunas firmas que esperan que las ganancias en los mercados de capitales sean contrapeso suficiente para sus deficiencias operativas.
Entre enero y octubre, Chery ha vendido algo más de 2 millones de vehículos, un 39 % más que en el mismo período del año pasado, y casi la mitad de ellos se corresponden a mercados extranjeros. Del total, algo más de 400.000 fueron eléctricos, el triple que en 2023.
Ante los nuevos aranceles en la Unión Europea a la importación de eléctricos chinos tras una investigación contra los subsidios ofrecidos por Pekín, diversos fabricantes del país asiático -Xpeng, BYD, MG, Changan o Zeekr- han anunciado ya planes para producir en Europa y evitar así esas tasas adicionales, de hasta un 35,3 %.
El caso de Chery es uno de los más destacados, ya que este mismo año firmó un acuerdo para ensamblar vehículos en Barcelona (España), con las últimas informaciones apuntando a que la marca Ebro empezará a producir allí este mismo mes y el Omoda 5, modelo con el que esa filial del grupo desembarcó en España, dentro de casi un año.
Según datos divulgados esta misma semana, la producción de eléctricos en China supera ya los 10 millones de vehículos anuales, lo que muestra del rápido desarrollo de un sector que, no obstante, también está marcado por una durísima competencia a nivel nacional, algo que ha hecho que los fabricantes miren a otros mercados para poder seguir creciendo.