Las autoridades chinas no han informado sobre la agenda de su líder y aún no ha trascendido si se reunirá con el presidente saliente estadounidense, Joe Biden.
Xi viajará acompañado del ministro de Exteriores, Wang Yi, y de Cai Qi, miembro de la cúpula del gobernante Partido Comunista Chino.
Desde Pekín, los analistas coinciden en que la relación bilateral continuará marcada por las colisiones en planos como el comercial, el diplomático o el tecnológico una vez que Trump tome de nuevo las llaves de la Casa Blanca.
Pero la imprevisibilidad que rodea al próximo presidente estadounidense brinda a China una nueva oportunidad para presentarse como socio fiable y seguir tejiendo alianzas en el Sur Global, donde América Latina juega un papel clave para Pekín.
Durante su estancia en Perú, Xi firmará el protocolo de optimización del Tratado de Libre Comercio con ese país que actualiza el TLC suscrito en 2009 y que abarcará, según Lima, comercio de bienes y servicios, inversión, propiedad intelectual, entre otros, para establecer un marco estable para los exportadores e inversionistas peruanos y atraer más inversión china.
"Las relaciones entre China y América Latina están cosechando resultados. Ambos mantenemos en alto la bandera del desarrollo pacífico y de la cooperación, promovemos la coordinación de nuestras respectivas estrategias de desarrollo y fomentamos un nuevo tipo de lazos que benefician a todas las partes", señaló el martes el portavoz de Exteriores Lin Jian al referirse al viaje de Xi, que visitará Latinoamérica por sexta vez como presidente.
Según Lin, China siempre ha sido "un verdadero amigo y un buen socio digno de la confianza de los países y pueblos" latinoamericanos.
"Las relaciones entre China y América Latina han entrado en una nueva era de igualdad, innovación, apertura y beneficio mutuo", agregó.
Reuniones bilaterales
El foro APEC, que fue establecido en 1989, representa más de un tercio de la población mundial, casi el 54 % del PIB global y el 44 % del comercio del planeta.
Xi podría reunirse con algunos de los líderes de los países regionales que lo conforman, como el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, que prepara una reunión con el mandatario chino en los márgenes del Foro.
Las relaciones entre Tokio y Pekín se deterioraron a raíz del acercamiento de China a Rusia tras la invasión de Ucrania, así como por la intensificación de las actividades militares chinas en torno al archipiélago nipón, en muchos casos en el marco de maniobras conjuntas con Moscú.
Xi también podría conversar con el presidente surcoreano, Yook Suk-yeol en un momento en que Corea del Sur, Japón y EE.UU. han fortalecido sus relaciones trilaterales en respuesta al acercamiento que se ha producido entre Corea del Norte y Rusia, sobre todo tras el envío por parte de Pionyang de tropas a Ucrania.
Brasil, un socio vital para Pekín
Después del APEC, Xi viajará a la ciudad brasileña de Río de Janeiro para asistir del 17 al 21 de este mes a la decimonovena Cumbre de Líderes del G20 y realizar una visita de Estado a Brasil.
La prensa china destacó esta semana que la gira demuestra "la búsqueda de la solidaridad de China con el Sur Global" y las "certezas" y estabilidad que brinda Pekín en un momento en que "el mundo afronta desafíos complejos, incluidos conflictos geopolíticos, crisis económicas e incertidumbres".
"La posición y el papel de China para mejorar la gobernanza global y promover la cooperación económica y comercial estarán en el centro de atención", señala el experto Zhou Zhiwei al diario Global Times.
En el caso de Brasil, las relaciones están al alza desde el regreso al poder de Luiz Inácio Lula da Silva tras los roces que hubo con su antecesor en el cargo, el ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Lula, que se reunió con Xi en abril de 2023 en Pekín, ha asegurado que tiene interés en conversar con China sobre las "Nuevas Rutas de la Seda", el gran proyecto económico comercial del gigante asiático.
Xi afirmó en 2023 que las relaciones entre ambos son "clave" para la estabilidad y paz mundiales, y en mayo presentaron una propuesta conjunta con sugerencias para que Rusia y Ucrania lleguen a una solución política, por el momento sin éxito.