“Pedimos un esfuerzo diplomático multilateral coordinado para apoyar a Venezuela en una transición pacífica a la democracia, para restaurar el Estado de derecho y para responsabilizar a aquellos que han violado los derechos humanos en las últimas décadas y, en especial, en estos últimos meses”, declaró la relatora del organismo para ese país, Gloria Monique de Mees, en una rueda de prensa.
De Mees recalcó que ese llamado no va dirigido a ningún país concreto ni tan siquiera al continente americano, sino a “toda la comunidad internacional”. Por su parte, la presidenta de la CIDH, Roberta Clark, afirmó que la proclamación de la victoria de Maduro “no tiene legitimidad” y urgió a la comunidad internacional a “seguir pidiendo la rendición de cuentas y la publicación de las actas del escrutinio”.
De acuerdo con la CIDH, después de las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó la reelección de Nicolás Maduro, sin publicar las actas de votación, se registraron unas 300 protestas espontáneas en el país que fueron “reprimidas” y murieron al menos 23 manifestantes.
Entre el 28 de julio y el 13 de agosto, al menos 1.393 personas fueron detenidas, incluidas 182 mujeres, 117 adolescentes, 17 personas con discapacidad y 14 indígenas, afirmó el organismo.
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