Durante los próximos seis meses Cassif, el único diputado judío del partido de mayoría árabe Hadash-Ta'al, solo podrá entrar en los plenos del Parlamento o en las reuniones de los comités en los que participa para votar. Además, ha sido suspendido de sueldo durante dos semanas por el comité parlamentario, que tomó la decisión de manera unánime, informó el diario The Times of Israel.
El comité, que ya intentó expulsar a este diputado de izquierda en otras ocasiones, citó un "patrón sistemático de acción", en referencia a las críticas repetidas de Cassif contra la ofensiva israelí en Gaza y a las operaciones en Cisjordania.
En la orden de expulsión, sus miembros reconocen que la libertad de expresión debe protegerse en tiempos de guerra, pero sostienen que hay una diferencia entre la "crítica legítima" y "alentar al derramamiento de sangre contra los soldados del Ejército y el Estado de Israel".
Algunos ministros, como el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, que dirige la cartera de Seguridad Nacional, han considerado la medida insuficiente y han pedido su cese permanente y su expulsión a Siria.
Tras la decisión, Cassif insistió en que sus declaraciones contra "la ocupación, la limpieza étnica, los crímenes de guerra y el genocidio cometidos por el Gobierno israelí en Gaza (...) son declaraciones bien fundadas, protegidas por la libertad de expresión política".
Asimismo, denunció en su cuenta de X que su expulsión se enmarca en una "persecución política contra los opositores a la guerra y críticos del sangriento Gobierno" del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
"No me quedaré en silencio, seguiré luchando por el fin de la guerra, el regreso de los secuestrados, el fin de la ocupación y el establecimiento de un Estado palestino junto a Israel: por la paz, la igualdad y la justicia para ambas naciones", concluyó.