"Las Fuerzas Armadas de Yemen (como se autodefinen los hutíes) llevaron a cabo una operación militar cualitativa dirigida a la base aérea 'Nevatim' en la región de Negev en el sur de la Palestina ocupada con un misil balístico hipersónico 'Palestina-2'", dijo en un comunicado el portavoz militar hutí, Yehya Sarea.
Tras asegurar que esa acción "alcanzó su objetivo, gracias a Dios", el portavoz yemení anunció que los combatientes hutíes también "derribaron la madrugada del viernes un avión no tripulado estadounidense MQ-9 que realizaban una misión hostil sobre la provincia de Al Jawf", al noreste de la capital yemení, Saná.
"De este modo ya se elevan a doce el número de aviones estadounidenses de este tipo que las defensas aéreas yemeníes lograron derribar", añadió.
El vocero yemení, que hablaba en medio de una manifestación en la que participaron miles de simpatizantes del movimiento insurgente chií en Saná, reiteró que esas acciones van "en apoyo a los pueblos de Palestina y el Líbano y a su resistencia".
Subrayó asimismo que sus acciones "continuarán, con la ayuda de Dios", incluido el "el bloqueo naval al enemigo israelí", en alusión a los ataques con misiles y drones que los hutíes lanzan desde noviembre de 2023 contra buques israelíes o relacionados con el Estado judío en los mares Rojo y Arábigo.
"Estas operaciones no pararán hasta el fin a la agresión y el levantamiento del asedio impuesto sobre la Franja de Gaza, y la agresión contra el Líbano", aseveró.
Los insurgentes yemeníes, así como el grupo libanés Hizbulá, el palestino Hamás y las milicias chiíes iraquíes "Resistencia Islámica en Irak", integrado el llamado "Eje de la Resistencia" antiisraelí, respaldado por Irán.
Las afirmaciones de Sarea se producen después de que el máximo líder de los hutíes, Abdelmalek al Huti, destacara este jueves en un discurso televisado que el regreso del presidente electo de EE.UU, Donald Trump, a la Casa Blanca no supondrá un cambio en la dinámica del movimiento chií yemení.