Según el nuevo estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), este aumento se produce tras el fuerte descenso del 95 % en el cultivo durante la temporada de cosecha de 2023.
Entonces, los talibanes, que habían llegado al poder en el país en agosto de 2021, impusieron una prohibición que prácticamente eliminó el cultivo de adormidera en gran parte de Afganistán.
Pese al aumento de 2024, el cultivo de adormidera sigue estando muy por debajo del nivel alcanzado en 2022, cuando la ONU calcula que se cultivaron unas 232.000 hectáreas.
"Con el cultivo de opio manteniéndose a un nivel bajo en Afganistán, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de apoyar a los agricultores afganos para que desarrollen fuentes sostenibles de ingresos libres de los mercados ilícitos", señaló Ghada Waly, directora ejecutiva de la ONUDD.
"Las mujeres y los hombres de Afganistán siguen enfrentándose a graves problemas financieros y humanitarios, y se necesitan urgentemente medios de vida alternativos", agregó la responsable de la ONUDD en un comunicado.
Según el informe presentado hoy, el centro geográfico del cultivo de opio también se ha desplazado, desde las provincias suroccidentales a las provincias nororientales, donde se produjo el 59 % del cultivo en 2024.
Esto representa un fuerte aumento del 381 % en estas provincias con respecto a 2023.
En cuanto al precio del opio seco, la ONUDD recuerda que éste se han estabilizado en torno a los 730 dólares por kilo en el primer semestre de 2024, frente a una media anterior a la prohibición de 100 dólares por kilo.
Por eso, la ONU advierte de que los elevados precios podrían animar a los campesinos a burlar la prohibición de los talibanes, sobre todo en zonas situadas fuera de los centros tradicionales de cultivo, y también en países vecinos.