"Felicitaciones sinceras al presidente electo. Confío en que nuestra relación, basada en valores e intereses compartidos, siga siendo una piedra angular para la estabilidad regional y conduzca a una mayor prosperidad para todos", dijo Lai en la red social X.
Asimismo, la portavoz presidencial Karen Kuo señaló en un comunicado que Taiwán y Estados Unidos mantienen vínculos "basados en valores y creencias comunes como la libertad y la democracia, sin importar qué partido político esté en el poder".
"Continuaremos fortaleciendo los lazos en el futuro sobre la base existente. Trabajaremos junto con la nueva administración y seguiremos profundizando nuestras relaciones amistosas con los partidos Republicano y Demócrata en Estados Unidos", recogió la portavoz.
Asimismo, indicó que ante una situación global "turbulenta", el nuevo presidente estadounidense será "un actor clave para garantizar la paz global, la estabilidad, la prosperidad y el desarrollo sostenible de la democracia".
"Tiene una responsabilidad particularmente importante frente a desafíos globales cada vez más graves. Taiwán está dispuesto a desempeñar un papel más importante para Estados Unidos. Seguiremos trabajando estrechamente en pro de la seguridad y la estabilidad", agregó.
China, que reclama la soberanía de la isla, ha criticado en reiteradas ocasiones al Gobierno de Lai por "apoyarse en EE.UU. para buscar la independencia" y usar la compra de armamento estadounidense como herramienta política.
Pekín advirtió que tales acciones no garantizarán "la seguridad de la isla", sino que harán que "Taiwán sea más peligrosa", además de resaltar nuevamente que la reunificación es una "inevitabilidad histórica" que no será frenada por interferencias externas ni intentos separatistas.
Además, las autoridades chinas consideran que la cuestión taiwanesa es la "línea roja" entre Washington y Pekín, ya que EE.UU. es el principal suministrador de armas de Taipéi y podría defender la isla en caso de conflicto.
Taiwán -adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil (1927-1949)- se ha gobernado de manera autónoma desde el fin de la contienda, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya «reunificación» no ha descartado el uso de la fuerza.