“Sin estas reformas pensamos que hay un gran riesgo de caer en un círculo viciosos de bajo crecimiento, descontento social, políticas populistas, menos crecimiento y se hace difícil salir de ahí, así que nuestro lema es apurarse con la reformas”, dijo Valdés en el lanzamiento del informe de ‘Perspectivas Económicas para las Américas’ del FMI.
Desde la sede del Banco Central de Paraguay, el director aseguró que “en general los países tienen una capacidad de crecimiento más baja”, al referirse a la estimación de crecimiento de la región para este año del 2,1 % y del 2,5 % para el 2025, unas proyecciones que consideró “preocupantes”.
“Yo uso el ejemplo siempre de la velocidad de crucero de un auto, los autos se construyen para tener cierta velocidad normal. Bueno, nuestros autos en Latinoamérica andan normalmente lento”, afirmó.
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Alertó además de la desaceleración en la perspectiva de crecimiento a corto plazo de las siete principales economías latinoamericanas (Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú, Uruguay), prevista en un 2,4 % para este año, pero en un 2 % para 2025.
“Ese 2 % es algo que nos preocupa de nuevo, porque no es que estemos en un momento de gran falta de uso de recursos, de desempleo, de posibilidades de hacer políticas macro de corto plazo para crecer”, aseguró.
Aunque la inflación ha disminuido y está cerca de los objetivos y los mercados laborales son “robustos” por el bajo desempleo, consideró preocupante que los salarios reales crezcan “bastante más” que la productividad, lo que podría impactar en un encarecimiento del costo de la vida.
Si bien la macroeconomía está “relativamente ordenada”, para el experto la región necesita un “rebalanceo de las políticas” donde marchen en paralelo un ajuste fiscal que estabilice la deuda pública y una “normalización de la política monetaria” que tienda a menores tasas de interés para promover la inversión.
Valdés aseguró que “si no se da el ajuste, la deuda va a seguir creciendo como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB)”, además que hará más vulnerables a los países a los choques externos.
“Y lo que se ve acá es que para la región en su conjunto, los riesgos para la actividad están más sesgados a que haya menos actividad, que vaya a más actividad”, agregó.
Otro de los desafíos, a decir del experto, es que “los Gobiernos no son lo efectivos que deberían ser” en el combate a la inseguridad, el control a la corrupción y en asegurar reglas del juego claras para la inversión.