El boletín médico difundido este domingo afirma que el gobernante puede continuar “con sus actividades habituales” aunque no aclara específicamente si está habilitado por los médicos para movilizarse, a diferencia de comunicaciones anteriores donde se le sugería continuar trabajando en Brasilia e incluso evitar viajes de larga distancia.
El presidente brasileño se someterá a una nueva evaluación en una semana y continuará con un seguimiento clínico a cargo del equipo médico que lo atiende tras lo que fue calificado por el Gobierno como un “accidente doméstico”.
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Un golpe de consideración
Lula, de 79 años, se cayó en su residencia oficial el pasado 19 de octubre y sufrió un golpe en la nuca, que le produjo una herida que requirió cinco puntos de sutura.
La caída le impidió asistir a la cumbre del foro BRICS, que se celebró en la ciudad rusa de Kazán, y a la Cumbre de la ONU sobre Biodiversidad (COP16) en la ciudad colombiana de Cali.
Asimismo, ha cancelado su asistencia a la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP29) que se celebrará en noviembre en Azerbaiyán.
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