“Los ataques armados dejaron al menos 124 muertos, entre ellos al menos 10 niños, algunos de tan sólo 10 años de edad, mientras que al menos otros 43 resultaron heridos”, dijo directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
A través de un comunicado, la organización también reportó que “se siguen produciendo graves violaciones de los derechos humanos”, donde se han registrado violaciones y agresiones sexuales a más de 27 mujeres y niñas de entre 6 y 60 años, según el Ministerio de Salud del Estado de Al Yezira.
Esta oleada de violencia y desplazamiento masivo se produjo tras los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un conflicto civil extendido en la capital y diferentes puntos de Sudán.
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Por otro lado, OCHA informó también de que dos trabajadores sanitarios habían muerto en consecuencia de ataques a al menos seis centros de salud, los cuales interrumpieron “gravemente la prestación de servicios sanitarios” y obligó a trasladar a los pacientes más graves a otros hospitales “con capacidad limitada”.
Datos de la ONU señalan que menos del 25 % de los centros sanitarios están operativos en zonas afectadas, por lo que junto a diversas ONG denunciaron “los persistentes ataques contra los servicios básicos”.
"Las agencias de ayuda están proporcionando a los desplazados internos que llegan comidas calientes diarias, complementadas por las comunidades de acogida de la ciudad de El Gedaref (sudoeste de Sudán)", concluyó la nota.
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Entre el 20 y el 25 de octubre, la propia OCHA informó que las FAR lanzaron un ataque en este estado centro-oriental de Sudán, en el que "dispararon a civiles y cometieron actos de violencia sexual contra mujeres y niñas", además de "saquear e incendiar propiedades", lo que provocó una "devastación generalizada".
El país africano está inmerso actualmente en una guerra enquistada entre las FAS y las FAR desde abril de 2023, ha dejado miles de fallecidos y ha forzado a más de 10 millones de personas a abandonar sus hogares, lo que ha convertido a Sudán en el país con la mayor crisis de desplazamiento interno del mundo, según la ONU.