HRW: Burkina Faso ha puesto en peligro innecesario a civiles frente al yihadismo

Uagadugú, 29 oct (EFE).- Una masacre cometida el pasado mes de agosto en Burkina Faso por un grupo yihadista vinculado a Al Qaeda, que dejó más de 200 muertos, la mayoría civiles, demuestra que el Gobierno burkinés debe priorizar más la protección de la población civil, alertó este martes Human Rights Watch (HRW).

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"La masacre de Barsalogho es el último ejemplo de las atrocidades cometidas por grupos armados islamistas contra civiles a los que el Gobierno ha puesto en peligro innecesariamente", dijo en un comunicado la directora adjunta para África de HRW, Carine Kaneza Nantulya.

El Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM, por sus siglas en árabe) perpetró el brutal ataque el pasado 24 de agosto en esa localidad de la provincia de Sanmatenga (centro-norte), mientras los vecinos cumplían con las órdenes militares de cavar trincheras para frenar el avance yihadista.

La población se había negado previamente a ayudar a las fuerzas de seguridad en esa tarea al temer represalias terroristas.

A través del análisis de cuatro vídeos y entrevistas a doce testigos del ataque, HRW concluyó que murieron al menos 133 personas, incluidas decenas de niños, y que al menos 200 resultaron heridas.

Esa cifra está por debajo de los más de 200 muertos que un trabajador humanitario de una ONG internacional y residente en Barsalogho confirmó entonces a EFE y que fue el número también reivindicado por el propio JNIM.

Los testigos explicaron a HRW que los combatientes, armados con fusiles de asalto tipo Kalashnikov, dispararon contra la gente indiscriminadamente y revisaron la trinchera para ejecutar a los quedaban vivos.

También revelaron a la organización que los soldados destinados en la base militar de la localidad obligaron a los residentes varones, mediante amenazas y golpes, a cavar la nueva sección de la trinchera, cuya construcción comenzó en 2022, sin pagarles.

La base militar que se encuentra a unos cuatro kilómetros y medio del lugar de los hechos, según los testigos, no recibió ningún ataque.

También detallaron que menos de quince soldados y aproximadamente el mismo número de Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP) -civiles armados que combaten a el yihadismo en colaboración con el Ejército- respondieron ante la incursión pero "se vieron desbordados por las fuerzas de JNIM y murieron o se vieron obligados a retirarse".

"Mientras los grupos armados islamistas siguen cometiendo crímenes de guerra en todo Burkina Faso, el Gobierno debe investigar de forma creíble los abusos, establecer la responsabilidad de los mandos e intentar procesar adecuadamente a los responsables", aseveró Nantulya.

Desde 2015, varios grupos yihadistas, ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, se han establecido en Burkina Faso, donde controlan muchas zonas y atacan constantemente a la población.

Miles de personas han muerto en numerosos ataques y más de dos millones se han visto obligados a abandonar sus hogares.

El país encajó dos golpes de Estado en 2022: uno el 24 de enero, dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el 30 de septiembre, encabezado por el capitán Ibrahim Traoré, quien dirige actualmente la nación.

Ambos golpes se perpetraron tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas.

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