Los desplazados huyeron de las bombas israelíes, pero ahora deben hacerlo del invierno

Isaac J. MartínBeirut, 25 oct (EFE).- Con el invierno a la vuelta de la esquina, muchos de los cientos de miles de desplazados por los ataques israelíes en el Líbano siguen a la intemperie en sus coches o tiendas de campaña sin saber dónde ir. Las organizaciones de ayuda ya tienen preparado un plan, pero las necesidades reales podrían ser muchas más.

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En el paseo marítimo que lleva a la famosa Roca de la Paloma de Beirut, hay coches aparcados que se han convertido en viviendas temporales, así como tiendas de campaña en medio de una de las dos vías con más tráfico en la capital mediterránea.

Uno de ellos es una familia egipcia y siria, con dos niños. Ninguno de los dos, que pidieron no ser identificados y que han huido de los suburbios meridionales de Beirut, tiene residencia legal en el país.

"El invierno es mejor que las bombas", dice la mujer, que lleva tres semanas ahí con su familia mientras su marido busca registrarse en la embajada egipcia para viajar a El Cairo. Entretanto, están viendo cómo reforzar su tienda de campaña para las fuertes lluvias que suelen caer en esta época en la ciudad mediterránea.

Sobrevivir al invierno tras los ataques israelíes

"Lo que necesitamos hoy en día es básicamente todo para asegurarnos que esa gente puede sobrevivir los meses de invierno después de haber sobrevivido los bombardeos israelíes", señala en una entrevista a EFE la asesora de Política Humanitaria de Oxfam en el Líbano, Nour Shawaf.

De acuerdo a cifras gubernamentales, alrededor de 1,2 millones de personas se han visto forzadas a dejar sus hogares -el equivalente a uno de cada cinco habitantes del Líbano- por la escalada de bombardeos israelíes iniciados hace un mes y la subsiguiente invasión terrestre.

Shawaf indica que las necesidades están escalando "muy rápido" y "aún hay miles de personas en las calles, ya sea en Beirut o fuera de Beirut" y, por eso, desde Oxfam se está repartiendo todo tipo de productos.

"Lo que estamos haciendo es entender lo que la gente necesita y cumplirlo. Pero, de nuevo, las necesidades son inmensas", dice, y añade que eso lo van a ver, sobre todo, en los meses de invierno.

Otras fuentes humanitarias en el Líbano, que pidieron no ser identificadas por la sensibilidad de este tema, aseguraron a EFE que como siga la situación así "va a explotar" y es "prácticamente imposible" cumplir con todas las necesidades de los desplazados.

En este contexto, la conferencia de donantes que se reunió ayer en París superó los 1.000 millones de euros de ayuda urgente a Líbano, lo que excede ampliamente las necesidades enumeradas por la ONU, de los cuales 800 millones de euros son para ayuda humanitaria de urgencia.

En busca de refugios

"La gente no puede estar en las calles. Lloverá muy fuerte en Beirut y la gente necesita refugios adecuados", asevera la experta de Oxfam, y agrega que "han escapado de los bombardeos israelíes y ahora necesitan sentirse tan seguros como sea posible. Realmente no saben dónde pueden refugiarse".

Hasta la fecha, de acuerdo a cifras gubernamentales, se han abierto casi 1.100 refugios aprobados para desplazados internos y los que han alcanzado su capacidad máxima en todo el país ha llegado a 908.

El tema de los refugios es una cuestión que cada vez se está complicando más en el país, sobre todo porque los vecinos de los lugares de acogida desconfían quiénes son, ya que podrían ser objetivos de ataques selectivos israelíes.

De hecho, Israel ha atacado zonas de mayoría cristiana, alejados de las áreas donde suelen operar, teniendo como objetivo figuras afiliadas al grupo chií libanés Hizbulá o al palestino Hamás. En esas acciones también han muerto numerosos civiles, entre ellos niños.

"Básicamente, las cosas que se necesitan más ahora en el Líbano son ropa de invierno que abriguen bien porque el invierno está cerca, y la ropa que se reparten ahora son bastante ligeras y de entretiempo, por eso necesitamos ropa bastante gruesa", afirma a EFE Khadija Ezzeddine, directora del Líbano en funciones de la ONG Inara.

"Sobre todo, necesitamos refugios, porque aún hay muchísima gente por las calles, que hasta ahora pueden aguantar el clima, pero dentro de poco no podrán aguantar el frío del invierno", explica.

Ezzeddine cuenta que han tenido casos, en los que trasladaron desplazados del sur a Trípoli, en el norte, pero desde la escuela que les acoge les han pedido que todo el mundo salga "porque los vecinos de alrededor no los quieren en la región por miedo".

"Estamos tratando de encontrar un edificio que podamos gestionar y traer algunos casos, pero hasta el momento no encontramos ninguno", zanja.

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