En el encuentro, celebrado en el marco de la cumbre del grupo BRICS, Xi echó un cable a Putin al defender la "inquebrantable" amistad de China con Rusia "pese a la turbulenta situación internacional", además de describir al bloque como una plataforma que contribuirá al advenimiento de "un orden multipolar estructurado" y "una globalización económica accesible para todos".
Según Xi, la tercera reunión entre los dos jefes de Estado en lo que va de año agrega "un nuevo capítulo a la amistad entre China y Rusia" que, dijo, "permanecerá inalterada".
"Xi y Putin se han reunido más de 40 veces estableciendo una sólida relación de trabajo y una profunda amistad personal. Los dos líderes mantienen abierta la comunicación en cuestiones estratégicas y son un ejemplo de cómo deben ser las interacciones entre las grandes potencias", recoge hoy el diario oficialista chino Global Times en un editorial.
El rotativo incide en que la reunión, que demostró la "confianza estratégica" entre China y Rusia, envía "una señal positiva" al mundo porque implica que la relación es "independiente y libre de interferencias externas".
"Algunos medios occidentales han extendido su hostilidad hacia Rusia en esta cumbre. También intentan desprestigiar la cooperación entre China y Rusia con supuestos enfrentamientos entre bloques", agrega el texto.
Pero, según el diario, los lazos entre China y Rusia "desempeñan en realidad un papel positivo en varias plataformas multilaterales como el grupo BRICS, y eso es un hecho innegable. También han promovido juntos su expansión o la de la Organización de Cooperación de Shanghai, fortaleciendo la unidad de los países en desarrollo y del Sur Global", asevera.
El periódico también asegura que China y Rusia tienen "muchos socios" y que los países del Sur Global "avanzan juntos" con "posibilidades infinitas para la cooperación".
Los BRICS son para China una oportunidad para promover una reforma del sistema de gobernanza mundial más acorde a sus intereses, además de mostrar su "compromiso" de jugar un mayor papel en un momento geopolítico convulso, con las guerras de Ucrania y Oriente Medio de fondo, además de las tensiones en la península coreana y en el estrecho de Taiwán.
Asimismo, el mandatario visita Rusia después de que Putin propusiera a China, Brasil e India como posibles mediadores en unas futuras negociaciones de paz con Ucrania, en contraposición a EE.UU., que estaría interesado, según Moscú, en prolongar el conflicto.
Desde el estallido de la guerra en Ucrania, China ha mantenido una postura ambigua dentro de la cual ha pedido respeto para "la integridad territorial de todos los países", incluido Ucrania, y atención para las "legítimas preocupaciones de todos" los Estados, en referencia a Rusia.