Irán disparó alrededor de 200 misiles contra Israel el pasado 1 de octubre, en venganza por el asesinato de un general suyo y de dos protegidos en la región: el líder del Hamás palestino, Ismail Haniyeh, el pasado julio en Teherán, y el jefe del Hezbolá libanés, Hassán Nasrallah, en Beirut el mes pasado.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, prometió a su vez que el Estado hebreo responderá a este ataque con misiles de manera “mortífera, precisa y sorprendente”.
“Irán, pese a hacer todos los esfuerzos para proteger la paz y la seguridad de la región, está plenamente preparado para una respuesta decisiva” a Israel en caso de ataque, dijo el ministro de Relaciones Exteriores Abás Araqchi en una conversación con Guterres, indicó un comunicado de la cancillería iraní.
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En la llamada, Araqchi pidió también a Naciones Unidas emplear todos sus recursos “para detener los crímenes y agresiones del régimen israelí y enviar ayuda humanitaria a Líbano y Gaza”.
El canciller iraní habló también por teléfono con su homólogo francés Jean-Noël Barrot el martes, según su oficina.
En la llamada, Araqchi destacó la necesidad de detener los ataques israelíes en Líbano, y pidió que Israel levante los “obstáculos” que impiden el reparto de ayuda humanitaria a los desplazados.
La pasada semana, Araqchi visitó Líbano, Siria, Arabia Saudita, Catar, Irak y Omán para tratar de calmar la tensión creciente.