Los criminales obligaron a los conductores a atravesar los autobuses en medio de varias vías y huyeron con las llaves de los vehículos paralizando el tráfico en la zona. Ningún pasajero resultó herido.
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Los hechos se registraron en Tijuquinha, una favela de la zona oeste de Río en donde el Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) llevaba a cabo un operativo, según dijo la Polícia Militarizada en un comunicado.
Este tipo de acciones, que generan confusión y caos, son utilizadas por los delincuentes para desviar la atención de las autoridades, explicó la portavoz de la Policía Militarizada de Río, teniente coronel Cláudia Morães, en declaraciones al portal de noticias G1.
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El uso de barricadas por los delincuentes para dificultar el paso de las autoridades es común en las favelas más peligrosas de la ciudad, donde los criminales suelen poner barriles con arena y piedras o gigantescos bloques de cemento en medio de las vías para bloquear el paso de vehículos.
El uso de autobuses para esos fines ha tomado fuerza en el último año.
De acuerdo con la empresa Río Ônibus, en los últimos doce meses han sido secuestrados 130 vehículos en diferentes sitios de la ciudad.